Las fuentes contactadas, que pidieron el anonimato, no quisieron dar más detalles sobre las circunstancias del ataque, aunque una de ellas afirmó que los militares fueron víctimas de una emboscada de terroristas de alguno de los grupos que amenazan el norte de Benín.
En concreto, el suceso se produjo en una zona fronteriza con Burkina Faso, donde los ataques son recurrentes, pese al despliegue de tropas beninesas.
De hecho, el parque nacional de Pendjari se encuentra dividido entre los dos países.
Por el momento, ni el Estado Mayor del Ejército ni el Gobierno de Benín se han pronunciado.
Los expertos llevan tiempo advirtiendo de la posibilidad de que los grupos yihadistas que operan en el Sahel central (Burkina Faso, Mali y Níger) amplíen sus operaciones a países costeros de África occidental como Benín.