Rompió el silencio: esto dijo uno de los condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa

BUENOS AIRES. Máximo Thomsen, uno de los cinco condenados a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa en 2020 en Argentina, rompió ayer el silencio y brindó una entrevista televisiva por primera vez desde su entrada a la prisión. Confesó que participó en el ataque al joven hijo de paraguayos y dio todos los detalles de lo sucedido.

Máximo Thomsen, uno de los rugbiers condenado a cadena perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, brindó una entrevista para Eltrece ayer.eltrecetv.com
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En una entrevista para el canal Eltrece, Máximo Thomsen brindó detalles de todo lo que ocurrió en la noche del 18 de enero de 2020, cuando él y sus amigos golpearon hasta matar al joven Fernando Báez Sosa, hijo de padres paraguayos residentes en Argentina. El crimen ocurrió en la localidad costera de Villa Gesell, a unos 380 kilómetros al sur de Buenos Aires

Durante la nota que estalló y generó numerosas reacciones, el condenado aseguró que ni él ni sus amigos pretendían que la noche terminara con la muerte de Báez Sosa. “Es un cargo de conciencia importante, cuando uno no lo busca, no se lo espera o no espera esas consecuencias”, dijo entre sollozos.

“Podemos ser buenas o malas personas, pero ninguno quería (…) Nadie es quien para quitarle la vida a una persona”, dijo Thomsen. Aseguró que si pudiese “volvería el tiempo atrás” y rechazó sentirse un “asesino”. Anteriormente, relató los hechos ocurridos en la noche del crimen en Villa Gesell y en los días anteriores a la muerte de Báez Sosa.

El pasado 22 de marzo la Justicia argentina confirmó sus condenas a los entonces acusados. Sin embargo, los magistrados recalificaron la sentencia original al considerar que no hubo alevosía.

Cinco de los culpables fueron condenados a cadena perpetua, mientras que otros tres recibieron penas de 15 años en prisión.

“Nunca se me pasó por la cabeza que podía matar a alguien. Nunca lo tuve presente. [En Zárate] Veía las peleas con baldosas y cosas, y eso sí era chocante. Uno cree que necesita algo para terminar con la vida de alguien. No siente que con las manos o con el cuerpo puede llegar a cierto extremo. No fue algo que tuve presente en algún momento”, declaró.

Condenado afirmó que Fernando Béz Sosa se burló de ellos

Los condenados jugaban juntos al rugby en la localidad de Zárate, en la provincia de Buenos Aires, y se encontraban en la costa atlántica argentina de vacaciones.

La noche del 18 de enero discutieron e intentaron pelear con Báez Sosa y sus amigos en el interior de la discoteca ‘Le Braque’, ambos fueron echados a la calle y una vez que el personal de seguridad reingresó al local, emboscaron y mataron al joven.

En su versión de los hechos, Thomsen recalcó que su ataque en grupo se produjo después de que Báez Sosa se burlara de ellos.

Posteriormente, los condenados le propinaron patadas y puñetazos al joven -grabadas en parte por las cámaras de seguridad de la zona- en la cabeza, el abdomen y la mandíbula generándole un paro cardíaco y la muerte.

La Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires confirmó la condena para los ochos rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa.

Así se inició la pelea, según Thomsen

En la nota compartida por medio de prensa Clarin se detalla que el condenado dio muchos detalles sobre la noche del crimen e insistió con que Báez Sosa inició la pelea dentro del local nocturno. “Yo lo que me acuerdo es que yo estaba agarrado de la barra, de espaldas a la pista y siento que alguien se había caído encima. Era Matías [Benicelli], que se estaba agarrando la cara. Me doy vuelta, le pregunto y me dice que le pegaron. Ahí al toque agarra un seguridad, lo levanta del cuello. Yo le digo ‘por favor, dejalo que lo vas a matar’ y me dice ‘¿qué sos? ¿el amigo’? le digo que sí y dice ‘bueno, sáquenlo a él también’”, expresó Thomsen, que negó haber participado de la pelea dentro de la discoteca.

Y apuntó a Báez Sosa por la pelea. “En ese momento desconocía quién le había pegado a Matías, después me enteré que fue Fernando que le había pegado a él. Después me enteré que Matias estaba separando a él con otra persona que nunca supe quién era, los estaba separando. Y cuando le puso la mano en el pecho y se ve que se había sentido amenazado y le pegó una piña en la frente”, añadió.

Dijo que él no fue a planear represalias contra Báez Sosa. También apuntó a sus amigos por haber protagonizado otra pelea afuera del local. Si bien las cámaras lo tomaron pasándose el dedo por el cuello, como insinuando venganza, él dijo este martes: “No fue un gesto de amenaza, yo me quiero sacar al seguridad del cuello, yo no tuve contacto visual con Fernando”. Y dijo que Fernando le hizo “burlas” a uno de sus amigos.

Familiares de Fernando Báez Sosa sostienen una foto en una protesta para pedir justicia por la muerte del joven.

“Inmediatamente que se terminan de pelear me dicen ‘ya fue, vamos’ y yo me doy vuelta y atino a cruzar la calle. Y cuando estoy cruzando escucho que uno le había pegado y veo que van corriendo un amigo en una ronda de ocho personas y yo me metí”, dijo sobre la gresca en el exterior del boliche.

“Enzo le pega la primera piña a Fernando. Le pega porque era el que le había pegado a Matías y yo fui atrás a meterme en el grupo. Siento que me pegan en el mentón y empiezo a tirar patadas al aire. Después me enteré que yo le había pegado a Fernando y es algo que pasó. No me voy a esconder de algo que pasó. Desde el primer día quise contar todo, pero nunca me dieron la oportunidad. Siempre nos decían que no, porque podía ser usado en mi contra. Yo quería contar que había sido partícipe pero sin ninguna intención”, agregó.

Pidió perdón y dijo que reza por Fernando

De los anticipos de la entrevista, trascendió que Thomsen pidió perdón, pero rogó a la Justicia que no le imputen cosas “que hicieron otros”, una manera de acusar a sus compañeros. Además, habló de la víctima. “Rezo todas las noches por Fernando”, aseguró. “Me desahogué mucho, hace cuatro años que esperaba este momento”, sostuvo en diálogo con Telenoche.

Fernando Báez Sosa vivía en Buenos Aires con sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez, ambos de nacionaliad paraguaya.

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