Así lo afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Sri Lanka, Tharaka Balasuriya, durante una rueda de prensa en la que indicó que están realizando un censo para aclarar el número exacto de esrilanqueses presentes en el conflicto armado.
Hasta el momento se han registrado 288 denuncias de combatientes involucrados en la guerra en Ucrania, según un comunicado emitido hoy por la oficina de medios del presidente, que precisó que la mayoría son militares retirados de las Fuerzas Armadas de Sri Lanka.
La ley esrilanquesa no impide a sus nacionales combatir por otras naciones, salvo que sean miembros activos del ejército, pero el Gobierno denunció que la mayoría de las personas que viajaron a Rusia lo hicieron con visas de turista y bajo engaño, algo completamente ilegal.
"Varias personas, incluido un alto oficial militar retirado, han sido arrestadas bajo sospecha de tráfico de personas y se han iniciado acciones legales contra ellas", indicó el comunicado.
Según el Gobierno, estos intermediarios atraían a sus ciudadanos "a través de campañas en redes sociales, y con promesas de altos salarios y otros privilegios".
Fruto de esta práctica, 16 ciudadanos de Sri Lanka han fallecido hasta el momento en el conflicto de Ucrania, dijo ayer miércoles el ministro de Defensa, Premitha Bandara Tennakoon, durante una rueda de prensa, sin detallar en qué bando combatían.
Sri Lanka no es la primera nación del sur de Asia que denuncia que varios de sus ciudadanos fueron engañados para viajar a Rusia y tomar parte activa en la guerra.
La India dijo el pasado marzo tener conocimiento de que varios nacionales indios se encontraban en Rusia apoyando al ejército de Moscú, y aclaró que estaba en contacto con las autoridades rusas para que permitieran su regreso a Nueva Delhi.
Nepal solicitó el pasado enero a Rusia que dejase de reclutar a sus ciudadanos y colaborase además con la repatriación de decenas de cuerpos de soldados nepalíes caídos mientras combatían en sus filas.