Diez jinetes uruguayos, ocho militares de los cuales seis son oficiales y suboficiales en situación de retiro o retirados, un teniente y un sargento en actividad (que trajeron dos Blandengues de Artigas, raza equina que era la que elegía el prócer uruguayo para montar por su resistencia), un doctor que vino en carácter de marchero y un integrante del Ministerio del Interior de Uruguay llegaron a Asunción.
“La travesía la estamos cerrando mañana en la escuela Artigas. Mañana a las 7:30 de la mañana tenemos un saludo por parte del presidente de la República del Paraguay y de ahí nos vamos a la escuela de Solar Artigas, donde es el acto con los niños por fuera de lo que es el acto oficial del domingo. Hemos recorrido 1040 kilómetros”, explicó Daniel de Armas, Coronel del Ejército Uruguayo, uno de los jinetes.
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Contó que el Regimiento Escolta Presidencial del Uruguay permitió traer el recado del General Artigas que mañana va a ser utilizado en el acto con el Presidente. “Fue usado hoy a la llegada al Regimiento la Caballería como fin de las marchas, y mañana, en el saludo del presidente de la República y en la ida a la escuela, el Solar de Artigas va a ir un ensillado con el recado que perteneció al General Artigas”, refirió.
Jinetes Uruguayos: ripiado, lluvia y barro, principales obstáculos
Daniel de Armas contó que los principales obstáculos, por los que incluso tuvieron que retrasar el viaje, fueron las rutas con ripiado, o las de tierra, que quedaban hechas barro con la lluvia.
“El trayecto en Argentina nosotros decidimos hacer la ruta que hizo Artigas. Pasamos por Curuzú Cuatiá, Mercedes, llegamos a Posadas y entramos a Paraguay por Encarnación. Eso llevó a que nos fuéramos ingresando en rutas argentinas que son de segundo orden o rutas no nacionales, sino rutas provinciales, muchos de ellos de ripio”, relató.
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Dijo que el marchar arriba de la piedra es complicado para los caballos, por lo que tuvieron que bajar la velocidad de marcha que se extendieron en horas, pero no en kilómetros, haciendo más descansos, considerando que fueron jornadas complicadas.
Jinetes uruguayos: barro y lluvia ralentizaron el paso
Contó que sobre la Ruta 40 y 41 se encontraron con muchísimo barro y como no hay banquinas, el barro en las rutas dificultó la marcha, ya que iban por la huella que dejaban los camiones; sin embargo, completaron el trayecto.
“Después tuvimos varias lluvias que llevaron a que, por ejemplo, en Curuzú Cuatiá nos quedamos un día porque no daba para salir a marchar con la intensidad de la lluvia. En el pueblo Galarza también nos tuvimos que quedar un día, qué bueno, eso te va sacando días de marcha, pero después como teníamos un margen que estaba previsto que teníamos días de descanso, preferimos esos días de descanso utilizarlos en los días que nos agarraba la lluvia y nos impedía marchar”, explicó.
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Jinetes uruguayos destacan calidez de paraguayos
De Armas contó que en la parte Argentina institucionalmente, el país no se involucró en la marcha, pero que en los lugares a los que llegaron, como las estancias, fueron recibidos con tan solo pedírselo a los dueños o peones, y hasta fueron atendidos impecablemente, ofreciéndoles incluso cordero o elementos de consumo.
“Diferente fue cuando pasamos el puente de Encarnación, que eso pasó a ser un hecho histórico porque es la primera vez, desde que se creó el puente, que se lo cruza a caballo. Ni siquiera está permitido cruzarlo a pie y nosotros diez fuimos los primeros en cruzar ese puente a caballo, cosa que nos llena de orgullo y de alegría y de satisfacción. Al llegar a Encarnación ya vimos la gran diferencia que había de que Paraguay encaró esta marcha que hacíamos nosotros a nivel institucional, a nivel país”, resaltó.
Contó que cada localidad por la que pasaron en la ruta de Artigas, les esperaba las autoridades, los intendentes, los gobernadores y hasta se quedaban en las casas de los intendentes.
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“El pueblo, la verdad que el calor del pueblo paraguayo, el cariño con que nos recibió, nos asombró de sobremanera. Nos paraban en la ruta para darnos en cada lugar que pasábamos lo que tenían: sus chispas, sus naranjas, sus mandarinas, agua, nos ofrecían pasar al baño, artesanías en cada lugar que pasamos que había artesanías, nos ofrecían algo de algún recuerdo, la verdad que es muy reconfortante el cariño que recibimos de la gente en Paraguay en todo el trayecto de Encarnación hasta ahora que llegamos acá hace un tiempo”, destacó.
Jinetes cabalgaron durante un mes
El Coronel del Ejército Uruguayo contó que salieron el 25 de marzo de Montevideo para Salto. En salto fue el lugar donde hicieron la cuarentena los caballos, por lo que se quedaron 15 días, exigencia debían cumplir para cruzar Argentina.
“La idea original era cruzar el puente el 26, pero por un tema burocrático de papeles no lo pudimos hacer. Faltaba un sello del lado argentino de la Senasa y lo pudimos hacer recién el 27 de mañana”, detalló.
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Dijo que el cruce del río Uruguay lo hicieron el día 27 de marzo de mañana y el cruce del puente de Posadas a Encarnación, lo hicieron el 14 de abril, hasta hoy, que llegaron a la sede central del Regimiento de Caballería. En el trayecto por Paraguay se quedaron en Carmen Paraná y después en las distintas localidades hasta llegar, siendo Nueva Italia la última ciudad antes de llegar a Asunción.
Jinetes uruguayos agradecen al pueblo paraguayo
Daniel de Armas enfatizó el agradecimiento al pueblo paraguayo por cómo les recibió, y afirmó que pese al cansancio lógico que conlleva el trayecto de más de 1.040 kilómetros, lo superaron con el cariño de la gente.
“La verdad que eso nos fortificaba para salir y a medida que íbamos llegando a Asunción, nos empezó un poco la angustia de decir ‘bueno, esto se acaba’. La alegría de estar llegando al destino, pero la angustia de decir esto se nos termina, porque la verdad que es indescriptible, el cariño de la gente, cómo nos recibieron, como nos trataron”, refirió.
Agregó que no se arrepienten de haber elegido el camino más largo, ya que lo consideran un tributo que le estábamos haciendo al prócer máximo, el General Artigas, que el 25 de septiembre de 1820 pidió el asilo en Paraguay y desde esa fecha se quedó y no se fue nunca más.
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“Un poco en broma, nosotros a veces decíamos que desde aquella época se ve que el pueblo paraguayo lo trató tan bien, que nunca más quiso volver a Uruguay y ahí entendimos un poco, porque la verdad que la hospitalidad del pueblo paraguayo ha sido fantástica. Gracias al pueblo paraguayo y gracias a ustedes por preocuparse por todos nosotros”, finalizó.
Jinetes Uruguayos en Paraguay en homenaje a Artigas
Uno de los Blandengues tira con su montura, pero sin jinete, para simbolizar al caballo de Artigas que está listo para acudir a su llamada. “Simboliza la última cabalgadura, la que pidió en su lecho”, mencionó el teniente Ignacio Graña, uno de los integrantes de la comitiva.
Los jinetes uruguayos traen presentes que recolectaron en más de 50 escuelas para entregar a los niños que estudian en la única escuela pública del Uruguay en el exterior, cuya apertura se dio el 28 de abril de 1924.
La comitiva se dirige rumbo a Asunción para celebrar los 100 años de la Escuela Solar de Artigas, instalada en el sitio donde vivió el prócer uruguayo antes de morir, en el Jardín Botánico y Zoológico de la Capital paraguaya.