“El fútbol brasileño me pareció impresionante”, cuenta Takahashi en una entrevista con EFE en su estudio en Tokio, rememorando cómo empezó a estudiar sobre el deporte rey, las victorias récord de La Canarinha en la competición y el papel central del país sudamericano globalmente y a la hora de moldear el despegue del fútbol japonés.
“En aquel entonces no había una liga profesional en Japón, pero vinieron muchos jugadores brasileños buenos” para engrosar los clubes privados, contribuyendo al despunte del fútbol en el país, bajo la sombra de importantes figuras como Pelé o Zico, que llegaría a comandar a los Samuráis Azules entre 2002 y 2006.
Takahashi, de ahora 63 años, empezó a dibujar manga en la escuela primaria. Cuando se topó con aquel Mundial decidió orientar su carrera, ya vinculada a obras deportivas, al fútbol, ante la poca popularidad que tenía entonces en el archipiélago. “Empecé con el deseo de que Japón pudiera llegar a participar en un Mundial”.
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Aquello terminaría ocurriendo en la cita mundialista de 1998 en Francia, donde comenzaría además su idilio con el FC Barcelona -donde militaría el protagonista de su manga, Tsubasa Ozora (Oliver Atom)-, después de tener que alojarse en la capital catalana para asistir a aquel Mundial ante la falta de hospedaje en territorio francés.
Sobre la concepción de su carismático protagonista, Takahashi dice que era un personaje “hecho para llevar a Japón al Mundial”.
“Quería que el fútbol se hiciera más popular en Japón, así nació el personaje de Tsubasa (allá por 1981). Mientras lo dibujaba, Japón se iba fortaleciendo en este deporte, nació una liga profesional y luego pudo llegar a la Copa Mundial. (...) Yo dibujaba con ese deseo y finalmente todo se hizo realidad. Me alegro de que la cultura del fútbol se desarrollara así”, añade.
Gran parte de ese mérito se debe a la influencia de su obra, que no se limita a Japón, sino a países de todo el mundo. Profesionales como los españoles Andrés Iniesta y Fernando Torres, el argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar Jr. o el francés Kylian Mbappé han confesado haberse sentido inspirados por su trabajo.
"Me han contado que solían ver la serie de niños o antes de entrenar", cuenta el japonés de sus encuentros con ellos durante giras por Japón, y dice que el hecho de que su manga haya inspirado a jugadores de su talla le hace sentir "orgulloso y feliz".
Vuelta a los orígenes
Tras 43 años publicando historias de ‘Captain Tsubasa’ de la mano de populares revistas de la editorial Shueisha, el pasado 4 de abril el manga puso fin a su serialización en papel. El autor ha tomado la decisión de continuar lanzando la historia a través de una web (https://captain-tsubasa.world/) y retomando el trazo a lápiz de sus orígenes. Las razones, cuenta, han sido múltiples.
Por un lado, el avance de la edad le ha hecho sentirse menos rápido a la hora de dibujar, en un momento en el que el ritmo imperante en las editoriales es muy elevado. Por otro está la digitalización de la forma de dibujar manga, algo a lo que se resiste.
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"Esto dificulta mi trabajo, porque actualmente hay menos personal para realizar tareas de forma analógica", explica.
Takahashi se había marcado los 60 como un horizonte para la retirada, pero acaban de empezar las semifinales en la serie actual de Tsubasa ('Captain Tsubasa Rising Sun', en la que el protagonista trata de alzarse con el oro en los Juegos Olímpicos con la selección sub-23 nipona) y quería seguir al menos hasta concluir esa historia.
“Pensé en dibujar el manga como un borrador hecho a lápiz, sin entintar, y me di cuenta de que con este estilo podría seguir trabajando con rapidez. Estaba convencido de que ya era imposible para mí seguir haciendo manga, pero de este modo creo que puedo seguir dibujando en el futuro”, dice, dejando la puerta abierta a próximas aventuras de Tsubasa y compañía.