La búsqueda de justicia para víctimas de la masacre rusa en Bucha sigue dos años después

Rostyslav AverchukLeópolis (Ucrania), 2 abr (EFE).- Los esfuerzos por identificar a los culpables de los asesinatos masivos y las torturas a civiles perpetrados por tropas rusas hace dos años en la ciudad ucraniana de Bucha continúan, junto a la lucha por allanar el terreno para hacerlos responder ante los tribunales.

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Según datos de la policía ucraniana, sólo durante la ocupación parcial de la región de Kiev, que duró hasta el 2 de abril de 2022, cuando las tropas rusas se replegaron al no poder tomar la capital, fueron asesinados 1.200 civiles.

Más de 300 habitantes de la regiones del norte de Ucrania siguen desaparecidos tras haber sido hechos prisioneros y haber sido deportados a Rusia. Otros miles han sido torturados, despojados de sus bienes o robados.

"Todavía no tenemos los nombres de todas las víctimas mortales de los soldados rusos, en Bucha todavía hay tumbas sin nombres", dijo el martes el presidente Volodimir Zelenski en un mensaje de video en la conferencia dedicada a la Restitución de la Justicia en Ucrania en La Haya.

Las ciudades y los pueblos que estuvieron ocupados se recuperan poco a poco, pero todavía queda mucho por hacer para que se haga justicia ante los crímenes cometidos allí, aseguró el mandatario.

Identificación de sospechosos

Numerosas organizaciones, tanto entes estatales como iniciativas internacionales y ONG, participan en la documentación de crímenes y en la identificación de los sospechosos.

"Nuestros investigadores han entrevistado a cientos de testigos y víctimas. Se han hecho cientos de interrogatorios e inspecciones en los lugares donde ocurrieron crímenes y se han examinado varios tetrabytes de cámaras externas de observación", informó la Policía Nacional ucraniana.

Como resultado se han identificado más de cien soldados rusos que cometieron crímenes de guerra en Bucha así como los comandantes que impartieron las órdenes.

Sólo en las partes que estuvieron ocupadas en la región de Kiev se investigan 13.000 crímenes de guerra, según el fiscal general Andrí Kostin.

"146 personas han sido acusadas de crímenes de guerras, 22 han sido condenadas", dijo a la televisión ucraniana.

"Estamos investigando estos crímenes como posibles elementos del genocidio que Rusia quiere perpetrar contra el pueblo ucraniano", subrayó Kostin.

Éxitos y desafíos

La mayoría de las sentencias se pronuncian en ausencia puesto que los presuntos criminales están fuera del alcance del sistema judicial ucraniano.

Sin embargo, sólo el hecho de que Ucrania esté investigando los crímenes perpetrados por las tropas invasoras al mismo tiempo que repele sus ataques es un logro, asegura Olga Reshetilova, coordinadora de la Iniciativa de Medios para los Derechos humanos y miembro de Ucrania 5 AM, una coalición de organizaciones de Derechos Humanos.

"Pese a los ataques diarios y la amenaza de que nuevas zonas sean ocupadas, seguimos buscando la verdad y llevamos casos ante los tribunales", dijo a EFE.

No obstante, el sistema judicial del país y las ONG están ante una serie de desafíos y obstáculos que dificultan sus esfuerzos por lograr justicia para las víctimas.

Se requiere una coordinación más estrecha entre los distintos actores que participan en la documentación y esclarecimiento de esos crímenes tanto a nivel nacional como a nivel internacional "para armar el puzzle de los miles de casos dispersos contra culpables individuales", señala Reshetilova.

La legislación ucraniana también debe adaptarse a las mejores prácticas internacionales para asegurar que los comandantes rusos que impartieron las órdenes también sean castigados y no sólo los autores materiales de los crímenes.

Carácter sistemático de los crímenes de guerra rusos

Lo que Rusia está haciendo en los territorios ocupados es una política consciente, asegura Reshetilova. Aunque Bucha se ha convertido en el caso más simbólico, los defensores de los derechos humanos coinciden en que las tropas rusas han hecho las mismas cosas en diferentes regiones ucranianas como Kiev, Járkov o Donetsk.

"Distintas unidades que no tienen relación entre sí toman civiles prisioneros, los torturan de manera similar o los deportan a cárceles rusas", dice.

El más alto mando político y militar en Rusia debe ser considerado responsable de estas acciones y debe impedírsele que siga cometiendo otras similares.

"Mientras hablo con usted, docenas de personas son torturadas en las cárceles. La única posibilidad de parar esto es sacar a los rusos del territorio ucraniano y traer a toda nuestra gente de vuelta a sus casas", asegura.

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