La muestra, un recorrido fotográfico y audiovisual por los antecedentes, el atentado y los días y años posteriores, recuerda esa tragedia, en la que murieron 193 personas, entre ellas 19 latinoamericanos, y hubo más de 2.000 heridos, con decenas de latinos también.
"El recuerdo, homenaje y reconocimiento a las víctimas es hoy en uno de los pocos puntos de encuentro y consenso en una ciudadanía tan polarizada", subrayó el presidente del Centro Memorial Víctimas del Terrorismo, una de las instituciones que participó en la confección de la muestra, Florencio Domínguez, quien afirmó que poner en valor su sufrimiento "sigue siendo uno de los valores centrales de la sociedad".
A punto de cumplirse el vigésimo aniversario de los ataques, la exposición recorre los lugares y momentos más importantes de la masacre, empieza con los servicios de emergencias auxiliando a los heridos de uno de los trenes explosionados y pasa por el dolor de los familiares y los heridos, las primeras detenciones, los funerales o el juicio posterior.
"La selección ha sido laboriosa y minuciosa, teniendo en cuenta la sensibilidad de las víctimas, sin escenas escabrosas. Es un recorrido informativo, para que quien vea la exposición y no viviese el atentado sepa cuál fue la sucesión de los hechos", explicó Sagrario Ortega, comisaria de la exposición junto a Laura Camacho, ambas periodistas de EFE.
También pone el foco en la reacción ciudadana, con imágenes de las manifestaciones multitudinarias y las muestras de apoyo que recorrieron el mundo, desde Caracas a Santo Domingo, pasando por Rabat, Madrid o Barcelona.
"Preservar la memoria de las víctimas es un ejercicio de respeto y de justicia", algo fundamental para erradicar el odio y la violencia, subrayó la comisionada de víctimas del terrorismo de la Comunidad de Madrid, Rocío López.
El recorrido se cierra con el abrazo de dos familiares de las víctimas tras conocer la sentencia de la Audiencia Nacional española, con la que muchas de ellas cerraron un ciclo de sufrimiento.
Ese tribunal condenó en 2007 a 21 personas de distintas nacionalidades, la mayoría de Marruecos, pero también de España, Argelia, Libia y Siria, aunque después el Tribunal Supremo ratificó las penas de prisión para 17 de ellos, absolvió a otros cuatro y aumentó la condena de uno de ellos, el único español, que les facilitó los explosivos a los terroristas.
Como colofón, un in memoriam recuerda los nombres de las 193 víctimas mortales, acompañado por la imagen de una ciudadana anónima depositando un ramo de flores en el bosque del recuerdo, el memorial situado en el parque del Retiro madrileño.