Abierta al público a partir de este martes, la exhibición recoge obras de 50 artistas distribuidos por todo el globo en las que tejen, enlazan y descosen para hablar de género, represión, violencia o colonialismo.
En declaraciones a EFE durante la presentación de la muestra el lunes, Diego Chocano de Rossi, comisario adjunto de la exposición, subrayó la importancia de dar voz a quienes han sido silenciados históricamente, "especialmente en países occidentales".
"Queríamos generar un espacio para todas esas personas que usan el poder tan expresivo de los textiles", un material que considera muy íntimo y con gran bagaje al ser parte intrínseca de la vida y el desarrollo humanos.
Un ejemplo es 'Espacio entre dos culturas' ('Space in between'), donde la artista mexicano-estadounidense Margarita Cabrera se inspira en el concepto azteca del nepantla, un espacio, como expuso a EFE, en el que puede nacer "la transformación y el cambio".
A través de la representación textil de unas plantas de nopal, hecha con la ropa de agentes oficiales de la aduana de Estados Unidos, reflexiona sobre los retos a los que se enfrentan los migrantes al atravesar la frontera desde el desierto mexicano.
"Esta tela que nosotros usamos representa ciertos elementos de autoridad, de exclusión, de poder… y se transforman a través de un proceso humanitario", señaló Cabrera, que coordinó este trabajo colaborativo durante talleres de costura en los que los migrantes bordaban sus historias sobre la tela.
Así, textiles asociados a usos diarios aparecen transformados en la exhibición, en la que también se encuentran trabajos de artistas como la argentina Mercedes Azpilicueta o la mexicana Teresa Margolles.
Hasta el 26 de mayo, 'Desenredar' acogerá los trabajos de creadores, que, desde los años 60 hasta la actualidad, han explorado las posibilidades de expresión que ofrecen los tejidos como elementos subversivos, haciendo frente a lo establecido.