El entusiasmo por cerrar una negociación que se arrastra desde hace más de 20 años se estrelló contra la masiva movilización de los campesinos europeos.
Las demandas de los productores agrícolas van desde ayudas de emergencia, una menor burocracia o mejores remuneraciones. Pero la mayoría coincide en señalar las normas de producción en la Unión Europea, relativas al uso de pesticidas, y las importaciones desde fuera del bloque. Advierten de una eventual caída de ingresos y una competencia desleal.
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La Comisión Europea reconoció el martes que no existen las condiciones para concluir las negociaciones con el Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, potencias exportadores agrícolas que buscan entrar al mercado europeo.
Ante las protestas en Francia, el presidente Emmanuel Macron aseveró que no apoyará la firma del acuerdo con el bloque sudamericano.