En noviembre, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, bloqueó una parte de fondos que se entregan mensualmente a la ANP en concepto de impuestos que Israel recolecta en su representación, para evitar que este dinero fuera a Gaza para pagar a empleados que la Autoridad Palestina aún tiene en nómina.
Tras ello, la ANP rechazó recibir todos los fondos como medida de protesta, unos 275 millones de shéqueles por mes (unos 67 millones de euros), si estos no incluían la parte correspondiente para pagar a sus trabajadores de la Franja, lo que agravó la crisis económica que sufren las autoridades palestinas de hace tiempo, sin dinero suficiente para cubrir sueldos de sus en torno a 150.000 empleados.
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En Cisjordania ocupada -con gobierno de la ANP en zonas reducidas- esto implica que no se pueda pagar o solo se cubra parcialmente los salarios de funcionarios, maestros en escuelas o personal médico en hospitales públicos, así como miembros de las fuerzas de seguridad, algo que preocupaba a Estados Unidos, que ha insistido a Israel en la trasferencia de los fondos durante los últimos meses.
Según la decisión tomada hoy en la reunión dominical del Gabinete ministerial, la aprobación de transferencia de fondos implica que estos se queden a manos de "un tercer país", Noruega, y que si deben ser enviados a la ANP sea solo con el visto bueno israelí, que antes deberá asegurarse que la parte correspondiente a Gaza no es enviada, informó la Oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Desde que estalló la guerra, esto forma parte de la política de presión de Israel en Gaza para derrotar al grupo islamista Hamás.
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“EE.UU. y Noruega respetan la decisión del gabinete político y de seguridad, que ordenó detener el traslado de fondos de Gaza”, y el dinero que quede en manos de Oslo para enviarse a la ANP “no será transferido bajo ninguna circunstancia bajo la aprobación del ministro de finanzas de Israel”, dijo la oficina de Netanyahu.
“Cualquier violación del acuerdo permite” a Israel “congelar inmediatamente todos los fondos” para los palestinos, agregó.
Ante el anuncio del plan, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheij, lo criticó y aseguró que las autoridades palestinas no aceptarán tal medida.
“Rechazamos cualquier suspensión de nuestros derechos financieros o cualquier condición impuesta por Israel que se base en impedir que la Autoridad Palestina pague a nuestro pueblo en la Franja de Gaza”, dijo Al Sheij, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
El cargo palestino instó a la comunidad internacional "a detener este comportamiento basado en la piratería y el robo del dinero del pueblo palestino", y apeló a "obligar a Israel a transferir todo el dinero".
Con lo estipulado por Israel en este momento, la ANP solo podría obtener los fondos correspondientes a Cisjordania, donde la crisis económica desde el inicio de la guerra de Gaza se percibe también por el aumento exponencial del desempleo, que pasó del 16 o 17% a casi el 40% por los en torno a 150.000 trabajadores palestinos que estaban empleados a Israel o sus colonias y ahora no trabajan. Estos eran alrededor del 20% de la fuerza laboral cisjordana.