Además, Rusia atacó anoche en las últimas horas la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, con dos misiles antiaéreos guiados S-300 que han provocado daños en una veintena de viviendas y de vehículos y han herido a 17 personas, según informó la Administración Militar de la región.
Los drones fueron lanzados desde el distrito de Primorsko-Ajtarsk, en el suroeste de la Federación Rusa, y fueron derribados por las defensas ucranianas sobre los óblasts de Zaporiyia, Mikoláyiv, Odesa, Dnipropetrovsk y Kirovograd, todos ellos situados en la mitad sur de Ucrania.
Tres personas han resultado heridas a causa de estos ataques en Odesa, donde a primera hora de la mañana volvieron a escucharse explosiones, según han informado medios locales.
Los misiles que impactaron en zonas residenciales de Járkov fueron disparados desde la región rusa de Bélgorod, fronteriza con Ucrania.
Desde finales de diciembre, Rusia ha incrementado sus ataques aéreos contra Ucrania, que ahora tienen como objetivo prioritario la industria militar ucraniana. El sistema energético y el sector agrícola y portuario fueron objetivos de campañas anteriores de Rusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo ayer numerosas reuniones en el Foro de Davos para pedir a sus socios que envíen más sistemas de defensa aérea para proteger sus infraestructuras y poblaciones de los ataques rusos por aire.