Los ciudadanos aseguran que la emoción por estas fechas y los preparativos han pasado a segundo plano, ya que ahora lo más importante es recuperar sus casas, techos y el bienestar de todos ellos después de que el 25 de octubre el huracán Otis, uno de los más fuertes de la historia del país, arrasara con la ciudad.
La colonia, ubicada en las inmediaciones de la novena región militar, es unida, aseguran los vecinos. Entre ellos se organizaban para las posadas, las fiestas y la cena de Navidad, pero ahora sólo buscan comprar materiales de construcción o láminas para sus techos.
Teresa Meza Flores señala que estas fechas son importantes y arraigadas en su familia, ya que es una costumbre que tiene desde su madre, con quien creaba nacimientos, decoraciones en su casa y ahora solo los recuerdos viven y la ilusión de regresar alguna vez a estos tiempos.
“Hacíamos unos nacimientos enormes, piedra y todo, el Niño Dios, las fuentes, los lagos y a raíz de eso se me quedó un poco la tradición de la Navidad. Volví a renovarme, el año pasado incluso compré mi pino, mis luces, todo. Arreglé bonito todo y mira ahora, tengo todo guardado, las partes que quedaron, el pino, el nacimiento. No hay palabras para describir lo que nos pasó”, afirmó a EFE.
Todo comenzaba los últimos días de noviembre, acudía con sus familiares hacer las compras de lo que faltaba y tener lista su casa, su sala y que su familia tuviera el espíritu navideño. Ahora, bajo el manto de una lona regalada, sillones estilo Acapulco y una simple mesa con sillas, lo que la ilusiona es poder cenar con toda su familia.
“¿Qué vamos a hacer pues?, nada más vamos a cenar aquí a la intemperie. Lo que cuenta es que estemos juntos, mis hermanos me han hablado de qué vamos a hacer, la finalidad es estar juntos, vamos a hacer un pollito al horno con ensalada navideña, ahorita no habrá pavo, va a ver pollo, el chiste es estar unidos”, afirmó.
Cristal Ortiz Balderas, otra habitante de Cumbres de Llano Largo, vive en casa de sus suegros e indica que para ella estas fechas significaban estar con la familia, pasar momentos de unión y de mucha alegría y felicidad.
“Para mí significa convivir con la familia, estar aquí unidos, todos juntos con los hijos, los sobrinos, pero pues cosa que ya no se puede por todo lo que pasó. Antes de eso teníamos planeado hacer carne asada, festejar pero ya por cuestiones de Otis no se pudo y ahorita lo que sea, lo que mande Dios es bueno”, comentó.
Cristal dijo que recuerda en su colonia las posadas, las luces, los villancicos y las decoraciones navideñas, pero ahora son mínimos los festejos.
En entrevista con EFE, en lo que era una casa y después del huracán Otis quedó destruida, al fondo un pino de menos de un metro, con algunos adornos, la ropa tendida, cuartos destruidos, sin techo y con paredes hechas por algunas sábanas, Cristal Ortiz señala que ya habló con sus hijos, ya que también se quedaron sin Santa Claus porque está damnificado y perdió su casa como ellos.
Por su parte, Giovana Hernández confirmó que en su casa eso ha pasado a segundo o tercer término, ya que al no tener techo en su vivienda no hay en dónde colocar la decoración.
Giovana recordó que en su casa era una tradición hacer grandes comidas, pero ahora y debido a que perdió su cocina, su mesa y no tener una estufa han cambiado sus planes.
“En nuestro caso mi patrona nos traerá un pavo ya horneado y nada más en 10 minutos ya está”, comentó.
El presidente López Obrador aseguró que en diciembre se notarían los cambios al tener las familias afectadas alimentos, enseres y algunos apoyos económicos para pagar los gastos.
Por ello, Giovana Hernández considera que la estufa y refrigerador los ayudarán y sobre todo permitirán preparar sus alimentos en este fin de año.