Estela De Carlotto: “Hablen con los jóvenes que están equivocados y siguen a un monstruo”

BUENOS AIRES. La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, pidió este lunes a los argentinos que “hablen con los jóvenes que están equivocados y están siguiendo a un monstruo” con vistas a la segunda vuelta de las elecciones que se celebrará el 19 de noviembre.

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Estela de Carlotto se refería, con toda seguridad, a los seguidores más jóvenes del libertario Javier Milei, que encabeza la candidatura presidencial de la fuerza política de ultraderecha La Libertad Avanza junto a la abogada Victoria Villarruel, muy vinculada al ámbito militar y crítica con las posiciones de las Abuelas de Plaza de Mayo, y en particular de su cara más visible.

Este lunes, en un acto celebrado en el Teatro Nacional, a pocos metros del célebre obelisco porteño, la organización conmemoró sus 46 años de existencia coincidiendo con otro aniversario destacado, el de las primeras elecciones democráticas argentinas después de la última dictadura militar (1976-1983).

La organización proyectó un vídeo homenaje en el escenario, en el que aparecieron varios dirigentes del presente periodo democrático, el más largo de la historia de Argentina.

Muy aplaudidos fueron el radical -ya fallecido- Raúl Alfonsín (1983-1989) y los peronistas Néstor Kirchner -también muerto- (2003-2007) y su viuda, Cristina Fernández (2007-2015).

El patio de butacas reaccionó con pitidos y abucheos a las imágenes del también peronista Carlos Menem (1989-1999) y del radical Fernando de la Rúa (1999-2001).

Recuperación de nietos desaparecidos

Hasta la fecha, las Abuelas ya han recuperado a 133 nietos desaparecidos durante la dictadura.

“Toda una vida”, admitió la veterana De Carlotto, que a sus 93 años dijo sentirse como “una de veinte” y con fuerzas suficientes “para seguir encontrando tantos nietos que faltan por encontrar”.

Según la organización, aún hace falta reconocer la identidad de trescientos nietos.

Una labor cada vez más ardua para las abuelas que comenzaron a concentrarse a las puertas de la Casa Rosada (sede del Ejecutivo argentino) en octubre de 1977, ataviadas con sus pañuelos blancos que son hoy un símbolo internacional de la memoria, la verdad y la justicia democráticas.

“(Argentina) es el país más acreditado en el tema de derechos humanos, porque no nos quedamos en nuestra casa llorando. En nuestra casa lloramos, pero afuera peleamos”, dijo De Carlotto entre aplausos.

Previamente a su intervención final, el acto contó con la participación de varios músicos y cómicos que interpretaron algunas canciones icónicas de la música argentina y latinoamericana, como "Sólo le pido a Dios", "La Carta" o "Yo Vengo a Ofrecer Mi Corazón".

Entre el público estuvieron presentes varias abuelas, nietos y familiares de los desaparecidos, así como representantes políticos y sindicales.

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