“Ha sido un año difícil, pero estoy muy contento de estar de vuelta”, dijo en una rueda de prensa en el evento de la ciudad alemana dos días antes de recibir el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes.
Rushdie llegó a Fráncfort no sólo como galardonado sino también para promocionar su nueva novela, "Knife" (Cuchillo), cuyo título es ya una clara alusión al atentado que sufrió en 2022.
"Es un tema que me ha afectado personalmente, me toca. Después de lo que pasó no podía escribir sobre otra cosa", dijo comentando el título.
Interrogado acerca de si, hasta el momento en que sufrió el atentado, no había olvidado la fetua de las autoridades iraníes que llamaban a los musulmanes de todo el mundo a asesinarlo -tras la publicación de "Los versos satánicos"- Rushdie dijo que ese edicto islámico para él había estado presente.
"El atentado me sorprendió porque todo parecía haberse enfriado con los años pero nunca había llegado a olvidar la fetua", dijo.
En la conferencia de prensa, en la que estuvo separado del auditorio por cerca de tres mesas y una especie de barrera de seguridad, Rushdie fue interrogado sobre temas que han estado presentes en la Feria -como la situación en Gaza o el aplazamiento de la entrega de un premio a la autora palestina Adamis Shibli- y sobre otros relacionados con autores que sufren persecución o sobre la situación general en el mundo.
"Hay dos amenazas graves: el fascismo religioso y el deterioro interno de muchas democracias. Hay que luchar contra las dos", dijo.
Con respecto a lo último lamentó que en EEUU "uno de los grandes partidos esté abandonando los principios democráticos para dedicarse al culto a una persona", en referencia al expresidente Donald Trump, y advirtió de que en muchas partes del mundo están surgiendo "pequeños Trump".
Con respecto al papel que puede tener en la literatura en esa lucha hizo una advertencia en el peligro de caer en una literatura excesivamente doctrinal o panfletaria.
"Una de las grandes ventajas de la literatura es no tener utilidad inmediata. Si tiene alguna es porque genera belleza y porque invita a pensar. Pero no me interesan los libros que me dicen lo que tengo que pensar sino aquellos que me hacen pensar", aseguró.
Sobre la guerra en Gaza dijo no tener una opinión original. "La guerra es horrible. En la guerra muere gente, me horrorizan los atentados de Hamás y me horroriza la reacción del señor (Benjamin) Netanyau", dijo sobre el grupo terrorista palestinon y el primer ministro israelí.
Rushdie, por otra parte, criticó el aplazamiento de la entrega del Premio LiBeratur a Adamia Shibli, que debía entregarse en la Feria de Fráncfort, aunque dijo que no podía hablar de su obra porque no la conocía.
"Si hablar de aplazamiento no es un eufemismo y no se trata de cancelación entonces el premio debe entregarse lo más pronto posible. Lo mejor sería mañana", dijo.
El aplazamiento del premio a Shibli, otorgado por la organización Litprom, se justificó diciendo que la novela premiada, "Un detalle marginal", podía dar pie para propaganda antisraelí tras los atentados de Hamás.
Rusdie admitió que ante las crisis que se viven actualmente es difícil ser optimista pero dijo que él lo era en parte debido al trabajo que había elegido.
"Escribir libros es una forma de optimismo, es dedicarle años de tu vida a escribir textos que esperas que alguien lea", dijo.
Interrogado acerca de si no temía que los escritores jóvenes no encontraran editores y no se atrevieran a tocar determinados temas por diversas presiones Rushdie recordó el caso de "Los Versos Satánicos" que, pese a las amenazas, fue publicado en todo el mundo.
"Bueno, ya no soy un escritor joven, hablo desde cierta distancia", bromeó.
“Pero Los Versos Satánicos se publicaron en todo el mundo pese a todo. Con respecto a los temas que deben o no tocar escritores jóvenes creo que deben escribir sobre todos, sin restricciones. La única condición es hacerlo bien”, dijo.