En un comunicado, el Ministerio de Exteriores catarí "condenó enérgicamente el asalto de cientos de colonos a los patios de la bendita Mezquita de Al Aqsa (en la Explanada de las Mezquitas) bajo protección de las fuerzas de ocupación israelíes" durante la celebración del Año Nuevo judío (Rosh Hashaná).
Cientos de judíos religiosos y nacionalistas israelíes entraron el domingo bajo custodia policial israelí en la Explanada de las Mezquitas, sagrada para el islam y el judaísmo, lo que causó tensiones entre fieles palestinos y la Policía israelí.
La Mezquita de Al Aqsa, epicentro del conflicto palestino-israelí, está ubicada en la Explanada de las Mezquita, recinto reservado al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, según el statu quo vigente desde 1967.
"Es una flagrante violación del derecho internacional y de las resoluciones de legitimidad internacionales (...) los intentos de socavar el estatus religioso e histórico de Al Aqsa no son sólo una agresión contra los palestinos, sino también contra los millones de musulmanes en todo el mundo", dijo la nota catarí.
Consideró también que "las autoridades de la ocupación israelí son la única parte responsable del ciclo de violencia que resultaría de esta política de escalada sistemática contra el pueblo palestino, sus tierras y sus santidades", e instó a la comunidad internacional a "tomar medidas urgentes para detener esas agresiones".