Desde la quinta planta de la antigua estación ferroviaria reconvertida en museo centrado en el impresionismo y el postimpresionismo, decenas de visitantes pudieron disfrutar de la destreza del funambulista Nathan Paulin, que cruzó el espacio sobre a una cuerda suspendida en lo alto del museo.
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En la galería principal del museo, que muestra pinturas de Manet, Renoir, Van Gogh, Renoir o Munet, así como esculturas de Rodin, entre muchos otros, nueve acróbatas danzaron y saltaron por todo el espacio, en un espectáculo concebido por Rachid Ouramdane y llamado Les Traceurs, que invitó a los asistentes a correr junto a los artistas para seguir la obra.
La ministra francesa de Cultura, Rima Abdul Malak, no se quiso perder el espectáculo y lo siguió acompañada de su equipo y rodeada por el resto de visitantes.
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El evento, que se repite el domingo, forma parte de las Jornadas Europeas del Patrimonio, que se celebran este fin de semana y en la que otros establecimientos culturales, y hasta la Asamblea Nacional francesa, también abren sus puertas al público.
El Museo de Orsay, además, aprovecha esta ocasión para participar en la Olimpiada Cultural, creadas para celebrar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024 que acoge París.