El proyecto, bautizado como “cajas rojas”, pretende que todas las mujeres y niñas de Viena tengan acceso a la higiene menstrual necesaria, independientemente de sus ingresos.
Para conseguir cada mes una caja de productos menstruales, se debe recoger un vale en mercados sociales y centros públicos para la juventud, lo que permitirá hacerse una vez por mes con una “caja roja” en una conocida cadena de droguerías.
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Las niñas y mujeres afectadas por la pobreza menstrual encuentran a menudo dificultades para adquirir artículos para la menstruación y suelen recurrir a alternativas antihigiénicas perjudiciales para la salud, como restos de tela o papel higiénico.
“Es una necesidad básica”, dice vicealcaldesa
“Todas las mujeres y niñas de Viena deberían tener acceso a productos de higiene menstrual; esta es una necesidad básica. Los productos para la menstruación no deben ser en ningún caso una cuestión de dinero”, dijo en un comunicado la vicealcaldesa y concejala de la Mujer, la socialdemócrata Kathrin Gaál.
Una mujer necesita 17.000 tampones o compresas a lo largo de su vida, para lo que se gastan alrededor de 3.000 euros, recuerda la nota del Ayuntamiento de Viena.