El primer muestreo y análisis de aguas de la zona señala que "los niveles de tritio están por debajo del límite operacional de Japón", dijo Grossi en un discurso ante la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena.
"Sabemos que algunas personas no se fían de los datos de TEPCO (la empresa que gestiona la planta), nosotros no solo corroboramos estos datos sino que tenemos nuestro propio muestreo", aseguró el director general.
"Vamos a informar en tiempo real sobre lo que pasa allí, esto es de gran importancia. Lo haremos hasta la última gota (de agua), lo que puede ser dentro de 20 o 30 años", prometió.
Millones de toneladas de agua contaminada han sido generadas en las instalaciones desde el accidente de 2011, bien por los trabajos de enfriamiento de los reactores dañados y el combustible fundido o de filtraciones de agua de lluvia en las mismas a lo largo de los años.
Ese agua es tratada mediante un complejo sistema de filtrado que elimina la mayor parte de los elementos radiactivos nocivos, menos el tritio, antes de su almacenamiento en tanques para ser vertida.
China se ha mostrado especialmente preocupada por el vertido de aguas de Fukushima, por lo que ha vetado la importación de mariscos de Japón, desencadenado un conflicto diplomático entre los dos países asiáticos.