Beatifican a los nueve miembros de una familia polaca asesinada por los nazis en gesto inédito

BERLÍN. Los nueve miembros de una familia polaca, un matrimonio y sus hijos pequeños, incluido un bebé que nació en el momento en el que todos fueron asesinados por los nazis por acoger a una familia judía durante la II Guerra Mundial para salvarla del Holocausto, fueron beatificados hoy en una misa en Markowa, en Polonia, en un gesto sin precedentes.

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El proceso para la beatificación de la familia Ulma se prolongó durante veinte años y es la primera vez que se beatifica a toda una familia. La ceremonia de beatificación, presidida por el enviado del papa, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcelo Semeraro, se celebró en la ciudad de Markowa, en el sureste del país, donde Josef y Wiktoria Ulma, embarazada, así como sus seis hijos fueron asesinados en marzo de 1944 a manos de los nazis.

“Autorizamos que a partir de ahora a los venerables siervos de Dios, Jozef y Wiktoria Ulma, esposos, y sus siete hijos... (quienes) sacrificaron sin miedo sus vidas por amor a sus hermanos y acogieron en su hogar a quienes sufrieron persecución , se les dé el título de beatos”, reza la carta del papa Francisco leída por Semeraro durante el acto religioso.

El presidente polaco, Andrzej Duda, dio las gracias al papa y subrayó que la ceremonia de hoy tiene “una profunda dimensión espiritual” relacionada con las creencias religiosas de los polacos, la fe y las obligaciones derivadas de la misma.

"Pero también tiene una dimensión estatal extremadamente importante desde el punto de vista de enfatizar de manera clara e institucional la verdad histórica sobre los tiempos de la ocupación nazi de tierras polacas durante la II Guerra Mundial", añadió.

A la liturgia asistieron, además, el primer ministro, Mateusz Morawiecki; la presidenta del Parlamento, Elzbieta Witek; representantes de partidos políticos, así como invitados extranjeros y representantes de los servicios diplomáticos y del ejército, entre otros.

El proceso para la beatificación de la familia Ulma se prolongó durante veinte años y es la primera vez que se beatifica a toda una familia.

El papa Francisco también recordó hoy durante el ángelus dominical a esta familia exterminada por los nazis el 24 de marzo de 1944. “Al odio y la violencia que caracterizaron aquella época, opusieron el amor evangélico. Que esta familia polaca, que representó un rayo de luz en las tinieblas de la Segunda Guerra Mundial, sea un modelo a imitar por todos en nuestro deseo de bien y en el servicio a los necesitados”, dijo Francisco.

En un primer momento surgieron algunas dudas sobre si la Iglesia había beatificado a un feto, ya que un requisito es estar bautizado, pero el Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano emitió el pasado 5 de septiembre una aclaración diciendo que el niño en realidad nació durante el exterminio de toda la familia y recibió el “bautismo de sangre” de su madre.

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