Caso Fernando Báez Sosa: rugbiers apelaron la condena

La defensa de los rugbiers condenados por el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, el joven hijo de paraguayos residentes en Argentina, presentó la apelación de la sentencia durante una audiencia de casación. Los jóvenes sentenciados por el crimen alegan que “nunca quisieron matar a nadie”.

Los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa.JUAN IGNACIO RONCORONI
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Los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa se presentaron a la audiencia de casación y volvieron a insistir en que no hubo intención de matar a nadie, en la fatídica noche en que golpearon al joven, hijo de paraguayos, y lo dejaron sin vida.

El que habló en la audiencia fue Máximo Thomsen. Habló apenas un minuto. Con la voz temblorosa, volvió a decir, como cuando rompió el silencio en el juicio, donde lo condenaron a prisión perpetua, que “nunca” quiso “matar a nadie”.

Los padres de Fernando Báez Sosa (18) no se conmovieron. Al contrario, Graciela Sosa (57) también dijo lo suyo. Sus palabras siempre estremecen. “Hoy mi vida es un fracaso, camino por caminar”, admitió, quebrada.

La audiencia en la Sala II del Tribunal de Casación Penal bonaerense, en La Plata, se llevó a cabo este martes para tratar los recursos de apelación presentados tanto por la defensa como por la querella.

Según pudo reconstruir Clarín, el joven planteó lo que viene sosteniendo el abogado defensor Hugo Tomei, quien denunció la “ilegalidad” del proceso desde el inicio mismo de la investigación, cuando los detuvieron el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, horas después de matar a piñas y patadas a Báez Sosa, hijo único, estudiante ejemplar.

“En la vida se me hubiese ocurrido o se me ocurriría matar a alguien”, manifestó Thomsen, uno de los que quedó filmado por las cámaras de seguridad cuando golpeaba sin piedad a la víctima en la puerta del boliche “Le Brique”.

“Nunca tuve intención de matar a nadie, menos planificar algo”, insistió.

Asimismo, se quejó de que la defensora oficial María Verónica Olinidi Huespi, que los asistió en un principio, no les mostró qué pruebas había para detenerlos, ya que les dijo que “no había tiempo”.

Por eso, resumió: “Está todo mal lo que hicieron con nosotros. Me gustaría poder encontrar un poco de legalidad en todo esto”.

Los padres del asesinado Fernando Báez Sosa, Silvino Báez y Graciela Sosa. (Imagen extraída de Twitter)

Los rugbiers condenados por la muerte de Fernando Báez Sosa

Thomsen recibió la máxima pena, dictada por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores, al igual que Ciro Pertossi (23), Matías Benicelli (23), Luciano Pertossi (22) y Enzo Comelli (23).

A Lucas Pertossi (24), Ayrton Viollaz (24) y Blas Cinalli (22) les dieron 15 años. Pero la querella insistió este martes que también deberían condenarlos a perpetua.

“Creo que el tribunal va a dictaminar lo que corresponda, vemos en la sentencia algunas fallas en los razonamientos y, de hecho, tanto la Fiscalía como la defensa han esgrimido esos errores. Creo la condena será a los ocho y no lo contrario”, aseguró el abogado querellante Fernando Burlando.

Por el lado de la defensa habló Horacio Henricot, quien acompaña a Tomei. La estrategia fue la misma de siempre: cuestionar la legalidad del proceso. También arremetió contra la actuación de la fiscal Verónica Zamboni y de los jueces de la Cámara de Apelaciones de Dolores.

En sintonía con el recurso presentado por Tomei, Henricot planteó la “violación” al principio de congruencia de la sentencia y pidió que se aplique la figura del “homicidio en riña” para los casos de Thomsen, Comelli, Benicelli, y Luciano y Ciro Pertossi, más la absolución para Cinalli, Viollaz y Lucas Pertossi, que en la sentencia del 6 de febrero pasado fueron considerados “partícipes secundarios” del homicidio.

La fiscal ante el tribunal fue María Laura D’Gregorio. Se espera que en alrededor de cuatro meses el tribunal resuelva los planteos de los partes.

Fernando Báez Sosa falleció tras brutalmente golpeado por una patota, en Villa Gessel, Argentina.

Padres desconsolados piden justicia

La mamá de Fernando habló poco más de tres minutos. Volvió a exteriorizar su dolor. Les habló a los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño sobre cómo son sus días junto a Silvino (50): “Estamos los dos vencidos, prácticamente sin vida”, reconoció.

“Lo único que nos quedó es ir a ver a nuestro hijo en el cementerio. Acaricio esas flores, le hablo a Fernando, le cuento mi vida actual. Y sé que no tendré respuesta”, señaló.

La mujer remarcó que no busca venganza, sino justicia. “Deben pagar lo que hicieron. Extraño horrores a mi hijo”, expresó.

Sosa añadió que no le desea “ninguna madre, a ningún padre” la vida que lleva actualmente y volvió a reprocharse haberle dado permiso para irse de vacaciones solo por primera vez aquel verano de 2020.

“Siempre tuve esa necesidad de preguntarles por qué lo hicieron”, dijo y concluyó: “Mi vida es un horror, no tengo fuerzas”.

Su marido, Silvino, habló algunas palabras con los medios de prensa al salir del edificio de la calle 43 al 800. Sobre los dichos de Thomsen, advirtió: “Trata de zafar de esto, pero están en un lugar muy complicado”.

Los rugbiers, que salieron por primera vez de su lugar de detención desde que dictaron la sentencia, volvieron a la Alcaidía 3 de Melchor Romero, en La Plata. Allí donde les espera un largo tiempo.

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