Un día como hoy, el 6 de agosto de 1945, Hiroshima fue destruida por la bomba atómica “Little Boy”. Hoy la ciudad japonesa conmemoró el luctuoso 78 aniversario de aquel devastador ataque, comenzando con un sobrecogedor minuto de silencio a las 8:15 de la mañana (23:15 del sábado GMT), hora exacta en que la primera bomba atómica empleada en combate de la historia, bautizada “Little Boy”, fue lanzada por el bombardero B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, exterminando en el acto a decenas de miles de personas, en su gran mayoría civiles, y dejando un saldo de víctimas mortales cuyo número se iría elevando en los meses y años posteriores por las heridas y las terribles enfermedades derivadas.
El mangaka Keiji Nakazawa solo tenía seis años de edad aquel día 6 de agosto de 1945 en que la muerte nuclear cayó sobre Hiroshima, nos cuenta Montserrat Álvarez en su artículo “Hadashi no Gen, de Keiji Nakazawa”.
Tres días después, el 9 de agosto de 1945, una segunda bomba, conocida como “Fat Man”, fue arrojada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki a las 11:02 de la mañana desde unos 470 metros de altura, con una detonación equivalente a 21 kilotones de TNT, matando nuevamente en el acto a otras decenas de miles de civiles indefensos, cifra que se elevaría a su vez en los meses y años siguientes.
La destrucción de Hiroshima atraviesa toda la Trilogía del Nómade, del inglés Michael Moorcock, un indiscutible clásico de la novelística steampunk. En la edición de hoy de El Suplemento Cultural, Julián Sorel expone cómo los traumas de las guerras mundiales y del horror nuclear son recreados por la ficción retrofuturista en su artículo: “Hiroshima, el steampunk y el laberinto del tiempo”.
El reciente estreno de la película “Oppenheimer”, de Christopher Nolan, ha renovado el interés del público por la historia de las armas nucleares que causaron tanta destrucción. Hoy, en El Suplemento Cultural, el crítico cinematográfico Gustavo Reinoso, a contracorriente del aplauso masivo que está recibiendo el largometraje de Nolan, desenmascara las principales debilidades del film en su artículo “Oppenheimer, una película kitsch”.
Los numerosos memes que rodearon los estrenos simultáneos de “Oppenheimer”, de Christopher Nolan (Universal Studios), y “Barbie”, de Greta Gerwig (Warner Bros), fenómeno conocido como “Barbenheimer”, han herido sensibilidades en Japón. Te lo contamos en esta nota: “Warner Bros ofende a todo Japón: #NoBarbenheimer”.
Diez años después de los bombardeos perpetrados sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, el día 9 de julio de 1955, fue publicado el Manifiesto Russell-Einstein, redactado por el filósofo británico Bertrand Russell (1872-1970), una declaración pública en contra del empleo destructivo de los avances y descubrimientos tecnológicos y científicos. El padre de la Teoría de la Relatividad, el célebre físico alemán Albert Einstein (1879-1975), firmó dicho Manifiesto apenas dos días antes de fallecer a consecuencia de un aneurisma. En el Manifiesto se leen frases como: “Recuerden su condición humana y olviden todo lo demás”, según relata Julián Sorel en su artículo “Agosto, mes atómico”, publicado en el número especial de El Suplemento Cultural “Dossier: Agosto Atómico”, dedicado a la tragedia de Hiroshima y Nagasaki.
Claude Eatherly fue el piloto del bombardero estadounidense Straight Flush, que abrió camino al Enola Gay y le indicó dónde soltar su mortífera carga. Eatherly fue condecorado como un héroe militar por el gobierno de su país, pero él se declaró asesino. Repudiado y solo, “un mundo enajenado terminará encerrándolo en el pabellón psiquiátrico del Hospital de Waco”, escribe por su parte la poeta y filósofa española Montserrat Álvarez en su artículo “De lo que no se vuelve”.
El dibujante e historietista español Miguel Brieva (Sevilla, 1974) le dedica a la trágica historia del piloto Claude R. Eatherly unas estremecedoras viñetas en en su cómic “Memorias de la Tierra” (Mondadori, 2012), con una estética expresionista rebosante de reminiscencias del cómic under de Robert Crumb, comenta el Crononauta en su reseña “Memorias de agosto: Claude Eatherly”.
Aunque la figura de Albert Einstein quedó asociada a la bomba atómica, sobre todo gracias a la famosa portada del 1 de julio de 1946 de la revista “Time”, el antropólogo José Zanardini nos recuerda otras facetas de la vida y la personalidad del ilustre científico judío-alemán en su artículo “Viaje de Einstein en bicicleta sobre un rayo de luz”.
Estos son algunos artículos, notas y reseñas tanto de actualidad como de análisis, que compartimos hoy con nuestros lectores para conmemorar con lectura reflexión el importante aunque trágico 28 aniversario del bombardeo de Hiroshima.