Así lo afirmó el ahora eurodiputado del Partido Popular (PP) en una entrevista con EFE con motivo de su participación en la decimoquinta sesión de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), que se celebra hasta este jueves en Madrid.
"Yo creo que va a ser muy difícil que eso se firme antes de Nochevieja", dijo el exministro, al ser preguntado por la posibilidad de que el acuerdo UE-Mercosur se cierre durante la presidencia española del Consejo de la UE, que concluye el 31 de diciembre.
El acuerdo UE-Mercosur se negocia desde hace dos décadas y fue firmado en 2019, pero está detenido en el proceso de confirmación que tienen que dar los parlamentos nacionales por las divergencias de algunos países, como Francia o Austria bajo argumentos de protección ambiental y de estándares de calidad.
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Margallo describió la de Francia como "una interpretación muy miope de la realidad", al apuntar que los franceses "no tienen demasiado interés en que se firme Mercosur porque tienen un buen acuerdo con Brasil".
También apuntó “a falta de entendimiento entre los cuatro países latinoamericanos, Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina” como uno de los factores que han retrasado la ratificación del pacto y que pueden alargarlo todavía.
En cambio, consideró "más sencillo" que se puedan "modernizar" durante esta presidencia rotatoria de España de la UE los acuerdos comerciales con México y Chile, y lamentó que el actual Gobierno español no ponga más énfasis en agilizar la "concesión de visados" a países como Ecuador.
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Recordó que China "tiene la ventaja, entre comillas, sobre Europa" de que "son más rápidos, menos burocráticos" que la UE a la hora de reforzar los lazos comerciales, por lo que el bloque europeo debe "hacer un esfuerzo para no perder presencia" en Latinoamérica.
Una cumbre con declaraciones “muy vagas”
La UE persiguió ese objetivo al anunciar, durante la cumbre UE-Celac, una inversión de 45.000 millones de euros en Latinoamérica hasta 2027 a través de su programa Global Gateway, en áreas como materias primas, infraestructuras tecnológicas, energías limpias o sanidad.
Sin embargo, Margallo consideró que, en términos generales, la primera cumbre UE-Celac en ocho años, celebrada la semana pasada en Bruselas, podía haber conseguido más, porque se cerró con “declaraciones muy vagas”.
“El punto central en este momento, que era una reacción conjunta a la invasión rusa de Ucrania, no se ha podido saldar”, recordó, en referencia a la negativa de Nicaragua a suscribir la declaración final de la cumbre debido a su negativa a condenar la agresión de Rusia.
Aunque el resto de países latinoamericanos sí reconocieron esa invasión, “la gran mayoría” de ellos, “cuando ha llegado el momento de tomar partido de verdad y establecer sanciones, han echado marcha atrás”, subrayó el eurodiputado.
Opinó que eso significa que está tomando forma “un orden liberal internacional más estrecho, más corto, menos ambicioso” que el que ha regido desde 1945, “amparado” por potencias como China y Rusia, y que es “extraordinariamente importante” persuadir a América Latina para seguir respaldando el mismo modelo que defiende la UE.