El fiscal, Pascal Prache, justificó el ingreso en prisión del brigadier de 38 años que disparó a bocajarro contra el joven porque el uso del arma no se ajustó a “las condiciones legales”, en Francia.
El agente fue presentado esta mañana ante dos jueces instructores que deben decidir sobre su inculpación y, a continuación, será otro juez de las libertades y de la detención el que determine si tiene que ir a la cárcel o puede quedar en libertad, eventualmente con medidas de control judicial.
La muerte de Naël el martes por la mañana ha dado lugar a dos noches consecutivas de disturbios en Francia, con al menos 150 detenidos sólo durante la pasada madrugada, así como incendios de decenas de vehículos y de edificios públicos como comisarías, ayuntamientos y tribunales.
Según el relato del fiscal, este joven negro, con antecedentes judiciales por haberse saltado controles policiales y que no tenía carné de conducir, fue detectado poco antes de las 8 de la mañana por las calles de Nanterre porque conducía un Mercedes deportivo amarillo que había cometido diferentes infracciones de tráfico.
Una pareja de motoristas de la policía trató de detenerlo, pero el vehículo se dio a la fuga y comenzó una persecución que terminó cuando el Mercedes se quedó encajado en un atasco.
Los agentes sacaron sus armas, apuntaron al conductor exigiéndole que parara el motor, pero en su lugar Naël arrancó. Fue entonces cuando uno de los policías disparó a bocajarro, lo que le provocó la muerte al joven.
Las imágenes que han circulado de esos hechos han puesto en evidencia que, en contra de lo que declararon inicialmente los policías, su integridad personal no aparecía claramente en peligro con la última tentativa de huida.