Muñoz lleva desde 2021 fotografiando este conjunto histórico, de casi 12.000 años de edad y a menudo considerado el templo más antiguo del mundo, registrado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2018.
Las excavaciones han sacado a la luz decenas de pilares de piedra de hasta 5 metros de alto, decorados con relieves y grabados de zorros, toros, leones, grullas, patos, serpientes, e incluso alguna vez humanos.
Muñoz explicó que sus fotografías, en blanco y negro, investigan con los efectos de la luz sobre estas imágenes pétreas, buscando recrear un ambiente espiritual como el que tuvieron que sentir los antiguos visitantes del santuario.
Isabel Muñoz (Barcelona, 1951), miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Premio Nacional de Fotografía en 2016 y dos veces ganadora del World Press Photo, explicó que hizo todas las fotos de noche para recrear el ambiente de los ritos en el santuario.
"Quise acercarme lo más posible a cómo eran, a cómo sentían sus emociones, cómo eran los artistas", dijo Muñoz a EFE.
Inaugurada hoy, la exposición, titulada "Una nueva historia" y organizada en colaboración con la Embajada de España, el Instituto Cervantes y el Ministerio de Cultura turco, podrá visitarse en el museo Pera de Estambul hasta el 17 de septiembre próximo.