La presencia de estas centros extraoficiales chinos fue señalada en el Reino Unido, pero también en otros países como Estados Unidos y Francia.
El ministerio del Interior británico y la policía de Londres iniciaron investigaciones sobre estos puestos extraoficiales después de que el grupo de defensa de los derechos humanos Safeguard Defenders denunciara el año pasado su existencia.
Según esta oenegé, con sede en España y fundada por un activista sueco que estuvo preso en China, algunos de estos centros colaboran con la policía china para llevar a cabo “operaciones de mantenimiento del orden en territorio extranjero” e intimidar a expatriados chinos.
El gobierno británico notificó “a la embajada de China que toda función relativa a tales comisarías de policía en el Reino Unido es inaceptable” y que “bajo ningún caso debían funcionar”.
Pekín respondió que estos centros no existen.
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Rechaza la existencia de las “comisarías”
“China respeta escrupulosamente el derecho internacional y la soberanía judicial de todos los países”, dijo Wang Wenbin, un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
“Estas supuestas comisarías secretas simplemente no existen”, insistió.
“China insta a la parte británica a respetar los hechos, a dejar de exagerar las cosas y de desprestigiar a China, así como a dejar de poner obstáculos en las relaciones entre China y Reino Unido”, agregó.
China siempre ha rechazado su existencia. Según las autoridades chinas, estos puestos sólo permiten hacer algunos trámites administrativos a los ciudadanos chinos.