“Los padres se han vuelto a dirigir a nosotros. Ellos, digamos, se han arrepentido de lo que hicieron”, comentó Yekaterina Belous, jefa del registro civil del distrito Alexandrovski de Vladímir, al periódico “Nueva Ciudad Alexandrovsk”.
La funcionaria añadió: “Quieren devolverle el nombre que le pusieron cuando nació”.
La familia Dzhuráev bautizó a su hijo originalmente como Rasul, pero se lo cambiaron en 2016 a petición de su abuelo, un gran admirador del jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
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Los Dzhuráev recibieron la ciudadanía rusa después de huir de la guerra civil (1992-97) que asoló la república centroasiática de Tayikistán tras la caída de la Unión Soviética y que costó la vida de más de 100.000 personas.