En una carta firmada el jueves, el presidente saliente, David Panuelo, confirmó que se reunió en febrero con el ministro de Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, para solicitar asistencia a Taipei y conversar sobre un cambio de reconocimiento diplomático.
“Fui transparente con el ministro de Relaciones Exteriores Wu; proyectamos que necesitamos una inyección de aproximadamente de 50 millones de dólares para cubrir nuestras necesidades futuras. Podemos y recibiremos esto, durante un período de tres años, siempre y cuando establezcamos relaciones diplomáticas con Taiwán”, señaló.
En la misiva, Panuelo, quien dejará el cargo en mayo tras perder su escaño en las elecciones celebradas el pasado martes, reprendió al gigante asiático, al que acusó de medrar para alterar las alianzas tradicionales en la región.
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El dirigente, en un largo escrito de 13 páginas dirigido a los gobernadores estatales, dijo que China planea “invadir” Taiwán, considerada por Pekín como una isla rebelde, y ha “espiado con sus barcos” las aguas que incluyen la zona económica exclusiva de Micronesia.
“Somos conscientes de la actividad de China en nuestra zona económica exclusiva, cuyo propósito incluye mapear nuestro territorio marítimo en busca de recursos potenciales y para rutas de viaje submarinas”, aseguró en el escrito, recogido inicialmente por el portal The Diplomat, Panuelo, quien acusa a Pekín de librar una “guerra política” en su país y de sobornar a funcionarios.
Panuelo indicó también que a principios de año había bloqueado el nombramiento del nuevo embajador de China porque la persona tenía experiencia en seguridad y operaciones policiales en el extranjero.
En los últimos años, las tensiones entre Washington y Pekín han aumentado, especialmente sobre la isla de Taiwán, que China reclama como parte de su territorio mientras Estados Unidos mantiene una alianza de seguridad con Taipei.
Un movimiento inusual
La otrora región olvidada del Pacífico cobró protagonismo geopolítico después de que China firmara en abril de 2022 un pacto de seguridad con las Islas Salomón, que fue negociado de forma opaca, que incluye el envío de las fuerzas de seguridad chinas a petición de Honiara.
Este acuerdo, en el contexto de un impulso de Pekín por ampliar su influencia en los pequeños países insulares de esta región, generó temores en Estados Unidos y Australia ante la posibilidad de que China trate de establecer bases navales en las Islas Salomón, que en 2019 rompió su alianza con Taiwán para reconocer a China.
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Ese mismo año, Kiribati, otra nación insular del Pacífico, viró hacia Pekín su política internacional al dar también la espalda a Taipei, reconocida en esta zona por Islas Marshall, Nauru, Palaos y Tuvalu.
Asimismo, el entonces ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi realizó una girá por el Pacífico a mediados de 2022 para sellar un acuerdo regional de seguridad y cooperación con diez naciones, pero no lo consiguió cerrar ante el recelo de varios líderes, entre ellos Panuelo.
Los Estados Federados de Micronesia, con una población de unas 110.000 personas y compuesto por más de 600 islas repartidas en cuatro estados, están en conversaciones para finalizar un pacto renovado de libre asociación con Washington, en virtud del cual Estados Unidos -que administró Micronesia desde 1945 hasta 1990- brinda defensa y apoyo económico.