La nueva ley permite a los transexuales que han cumplido los 18 años cambiar legalmente su género mediante una simple solicitud escrita, sin tener que someterse previamente a un examen psiquiátrico ni ser esterilizados, como exigía la legislación anterior.
A partir del próximo 1 de marzo, fecha en la que entra en vigor la nueva ley, el cambio de sexo se registrará de forma automática una vez haya transcurrido un "periodo de reflexión" de 30 días si la persona que ha enviado la solicitud no cambia de opinión.
Hasta ahora, las personas trans que querían cambiar de sexo en el registro civil debían superar largos procedimientos médicos y psiquiátricos para obtener un diagnóstico favorable.
Además, debían presentar un certificado de infertilidad, una exigencia sin parangón en el resto de países nórdicos que supone una violación de los derechos fundamentales, según un dictamen emitido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2017.
Para evitar abusos y fraudes, la nueva ley incluye un párrafo que estipula que sólo se podrá solicitar el cambio de sexo una vez al año, a no ser que existan motivos especiales que permitan hacer una excepción.
La nueva ley ha sido aplaudida por las organizaciones defensoras de los derechos civiles, que llevan más de una década pidiendo a los sucesivos gobiernos finlandeses que reconozcan los derechos de las minorías sexuales.
"Con la aprobación de esta ley, Finlandia ha dado un gran paso en la protección de los derechos de las personas trans y la mejora de sus vidas y su derecho a la autodeterminación", dijo en un comunicado Matti Pihlajamaa, experto de Amnistía Internacional en los derechos del colectivo LGBTI.
No obstante, los activistas critican que el cambio legislativo no incluya a los menores de edad, ya que -según Pihlajamaa- excluir a los niños del reconocimiento legal de su sexo viola la Convención de los Derechos del Niño de la ONU.
El presidente de la coordinadora de organizaciones defensoras de las minorías sexuales (Seta), Pekka Rantala, felicitó a los legisladores que aprobaron la nueva ley y pidió al Gobierno que dirige la socialdemócrata Sanna Marin que amplíe esta reforma a los menores de edad.
"El derecho a la autodeterminación sexual se ha hecho realidad para los adultos según las normas de los derechos humanos. Es vital seguir trabajando para garantizar también los derechos de los menores", afirmó Rantala en un comunicado.