Los manifestantes respondían así al llamamiento realizado en los últimos días por colectivos de activistas para mantener vivas las protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre de Masha Amini, tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.
“Muerte al dictador”, gritaron algunos manifestantes en referencia al líder supremo de Irán Ali Jameneí en un centro comercial de Teherán, donde algunas tiendas estaban cerradas, pero la mayoría mantenían abiertas sus puertas.
En otros puntos de la capital se produjeron huelgas, como en el Gran Bazar, donde según vídeos sin confirmar numerosos comerciantes cerraron sus tiendas para mostrar su descontento con las autoridades.
“Únete a la huelga nacional”, gritaban comerciantes en el bazar, según vídeos compartidos en redes por el colectivo de activistas 1500tasvir.
Esas protestas se reprodujeron en otras ciudades del país, como Isfahan, donde trabajadores mantuvieron una protesta en una acería, o en la universidad de Sanandaj, entre otras.
Las autoridades, sin embargo, quitaron importancia a las protestas.
“Afortunadamente, la situación es estable y segura en todas las provincias del país”, afirmó el ministro de Interior, Ahmad Vahidí, de acuerdo con la agencia de noticias local ISNA.
"A pesar de todos los esfuerzos de los enemigos, el querido pueblo es leal a la revolución y a los valores religiosos”, añadió.
Grupos de activistas llamaron ayer a protestar los tres días siguientes para rememorar el aniversario de las protestas desatadas hace tres años por la subida de los combustibles y en las que murieron 300 personas y miles fueron detenidas en la represión policial, según Amnistía Internacional.
Las autoridades cortaron internet de forma total para poner fin a las movilizaciones de 2019 y posteriormente negaron haber hecho un uso excesivo de la fuerza.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, que están siendo duramente reprimidas por la fuerzas de seguridad.
Las protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de "mujer, vida, libertad", lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.
Al menos 326, entre ellos 43 menores de edad, han muerto en la represión policial, según la a ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Las autoridades judiciales han acusado a más de 2.000 personas de diversos delitos por su participación en las movilizaciones, en las que se pide el fin de la República Islámica, muchas de las cuales se enfrentan a penas de muerte.
La Justicia iraní dictó el domingo su primera sentencia a muerte contra un manifestante por "enemistad con dios y corrupción en la tierra” e “incendiar un edificio gubernamental”.