Nombrado director de la Organización Mundial de Parques Urbanos el pasado 16 de agosto, Romahn es experto en el diseño de modelos de sostenibilidad financiera de estos espacios.
Son "lugares de construcción de ciudadanía y catalizadores de innovación social” y "fomentan la implicación de los ciudadanos con el desarrollo sostenible", señala en una entrevista con EFE.
REGULADORES DEL AGUA Y LA TEMPERATURA
Romahn define las urbes modernas como lugares “hiperimpermeabilizados por el hormigón y el asfalto", algo que "impide aliviar el incremento de la temperatura” por las islas de calor, lo que pone de manifiesto la necesidad de "crear más y mejores parques urbanos que nos ayuden a captar agua y enfriar el entorno”.
Pero no solo hay que diseñar más parques, es igualmente importante privilegiar el manejo de árboles y la vegetación adecuada para cada ciudad”, además de “educar a la población sobre el uso responsable del agua en relación con el paisaje”.
Sin embargo, Romahn indica que lo más importante que un parque debe representar ante los problemas ambientales de la actualidad es "su potencial educativo”, dado que "son espacios ideales para poner en práctica un modelo de vida responsable con el medio ambiente".
Lamenta que “en América Latina, los jóvenes no ven en los parques urbanos una salida profesional, debido a que el sector no tiene bases sólidas en las universidades de la región”.
INDUSTRIA VERDE
Según la Asociación Nacional de Parques y Recreación de los Estados Unidos (NRPA), la industria de los parques urbanos en ese país genera más de 150.000 millones de dólares anualmente y emplea a más de un millón de personas, porque “sus universidades ofrecen titulaciones en parques y recreación".
Al igual que en Europa, donde muchas universidades ofrecen titulaciones y formación relacionada con la gestión de parques y jardines y existen diversas organizaciones y entidades relacionadas con estos espacios verdes gracias a la larga tradición histórica de los parques europeos.
“Se trata de una industria verde gestada a partir de la educación”, incide Romahn, uno de los impulsores de la primera certificación profesional en español sobre parques urbanos gracias a la colaboración de la Academia Mundial de Parques Urbanos, el Instituto Eppley de la Universidad de Indiana (EEUU) y la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México (ANPR).
Sin embargo, “la sostenibilidad financiera es el talón de Aquiles de los parques urbanos”, una falta de recursos económicos que provoca "el abandono y la subutilización".
La clave pasa por diseñar un “traje a medida” que debe partir de concesiones recreativas o de alimentos, la oferta de actividades (clases, cursos, talleres y torneos), los donativos, los patrocinios, las rentas y la organización de eventos.
El nombramiento de Romahn llega en un momento complicado para México, cuya reputación ambiental se ha visto afectada gravemente en los últimos años, por lo que considera necesario adoptar "urgentemente" nuevas políticas públicas federales, estatales y locales en este campo.
El rezago que el país presenta en la creación de parques urbanos ha despertado preocupación de organizaciones ecologistas como Greenpeace, que ha descrito la distribución de espacios públicos verdes en la capital mexicana como “una muestra de injusticia medioambiental urbana”.
Sin embargo, su nombramiento como director ejecutivo de la Organización Mundial de Parques Urbanos supone "una buena oportunidad para México", que el próximo noviembre acogerá el primer Congreso Mundial de Parques Urbanos que se celebrará en América Latina, con la asistencia prevista de más de 2.500 profesionales de todo el mundo.