"Benín retirará, de aquí al próximo mes de noviembre, a los 140 hombres que componen una base policial en Kidal, en el norte de Mali", declaró el ministro de Asuntos Exteriores beninés, Aurelien Agbénonci, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, y publicada hoy por la Oficina de Radiodifusión y Televisión Pública de Benín (ORTB).
"A continuación, los 250 soldados que componen un regimiento de infantería con base en Sénou, en las afueras de la capital maliense, Bamako, serán repatriados en noviembre de 2023", agregó Agbénonci.
El jefe de la diplomacia de Benín indicó que la razón por la que el Gobierno ha decidido retirar a sus soldados de Mali es para reforzar la seguridad nacional.
Benín "se enfrenta últimamente a una preocupante situación de seguridad debido a los actos de terrorismo orquestados en sus fronteras del norte por hombres armados no identificados", apuntó el ministro.
Por eso, añadió, resulta "urgente" que el país despliegue "todas las competencias humanas, materiales y logísticas necesarias".
Benín ha logrado esquivar, hasta ahora, el azote del terrorismo yihadista que sufren países vecinos como Burkina Faso, Níger o Nigeria, por parte de grupos aliados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, pero se encuentra bajo la amenaza de su expansión hacia Estados costeros de la región.
Desde principios de 2020, Benín ha sufrido varios ataques de hombres armados no identificados en el norte, región fronteriza con Burkina Faso, un país que sufre desde 2015 el yihadismo, que ha ocasionado más de 1,85 millones de desplazados internos.
En febrero de 2020, un policía beninés fue asesinado en un ataque contra un puesto de vigilancia en el Parque Natural de W (situado a entre Níger, Burkina Faso y Benín), siendo el primer ataque en la zona fronteriza contra las fuerzas del orden beninesas.
En mayo de 2019, dos turistas franceses fueron secuestrados y su guía asesinado en el Parque Nacional de Pendjari, ubicado en la misma zona.
Entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2021, dos militares murieron y varios resultaron heridos en dos ataques de hombres armados no identificados, también en el norte de Benín.
Los expertos llevan desde hace tiempo advirtiendo de la posibilidad de que los grupos yihadistas que operan en el Sahel central (Burkina Faso, Mali y Níger) amplíen sus operaciones a países costeros de África occidental.
En la madrugada del pasado 11 de mayo, ocho soldados perdieron la vida y trece resultaron heridos en un ataque terrorista en una localidad del norte del vecino Togo fronteriza con Burkina Faso, siendo el primer atentado que causa víctimas en este país.