“El día de hoy venimos por la convocatoria que hacen las compañeras, estamos aquí para recordarla, para recordar que nos han arrebatado a nuestras compañeros y que hay otras que están desaparecidas”, dijo Araceli Osorio, madre de Lesvy Osorio, asesinada en 2017, durante una protesta en la sede de la Fiscalía General de la República (FGR) de la Ciudad de México.
En la capital mexicana un pequeño grupo de mujeres colocó en los cristales del edificio de la FGR flores e imágenes de mujeres desaparecidas y asesinadas, entre ellas Debanhi, por la que gritaron "¡Justicia!".
"Esto, esta intervención es efímera, se va, pero nuestras hijas, nuestras familiares, nuestras hermanas no regresan, eso no es efímero. Y no es que desaparezcan, alguien se las lleva, las secuestran", añadió Osorio, cuya hija fue asesinada y atada a una caseta de teléfono público en una zona cercana al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En Monterrey, capital del fronterizo estado de Nuevo León, unas 1.500 personas, en su mayoría mujeres, marcharon pidiendo el esclarecimiento de la muerte de Debanhi.
Feministas y colectivos de familias con personas desaparecidas protestaron mediante un bloqueó de una de las principales avenidas del centro de la ciudad para exigir justicia por la muerte Debanhi.
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Además, en la protesta exigieron la localización de 22 mujeres que se mantiene desaparecidas desde inicios del 2021.
Las consignas en la marcha fueron: "¡Me cuidan mis amigas, no la policía!"; "¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!", "¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente!" y "¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!", entre otras.
Casi a la vez que se realizaban las protestas, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León anunciaba en una conferencia de prensa que la joven de 18 años murió por una "contusión profunda en el cráneo".
En la noche del jueves dicha Fiscalía informó que habían encontrado un cuerpo en la cisterna de agua de un motel en las inmediaciones del lugar donde fue vista por última vez.
Según indicó esta mañana Mario Escobar, el padre de la joven desaparecida el 9 de abril, la zona de la cisterna había sido registrada en cuatro ocasiones. "¿Por qué a la quinta aparece? Pregunta: ¿lo sembraron? ¿cómo llegó?”, dijo el padre a la prensa en una improvisada rueda de prensa.
Un caso con muchas incógnitas
El 9 de abril Debanhi acudió a una fiesta de la que varias amigas se fueron pero ella se subió en un taxi, del que descendió en la carretera de Monterrey a Nuevo Laredo. El conductor tomó una fotografía de la joven en la carretera que se volvió viral.
En días recientes las autoridades recabaron imágenes de las cámaras de los hoteles y empresas ubicadas en la zona y en uno de estos documentos gráficos, indicó Escobar, se ve como el conductor extiende la mano a los pechos de la mujer, por lo que el padre deduce que ella, tratando de huir del acoso, se bajó del vehículo.
El hombre dijo también que ya no confía en el fiscal especializado en personas desaparecidas el estado, Rodolfo Salinas, puesto que él le pidió que se retirara de la zona donde estuvieron todos los días haciendo indagatorias para darle más información y poco después le llamó para decirle que habían encontrado allí un cuerpo.
Entre las dudas mencionadas en redes sociales y por parte de la familia están cómo pudo aparecer el cuerpo en un lugar que ya se había presuntamente revisado anteriormente, por qué los padres de Debanhi no tuvieron acceso a las imágenes del motel, por qué el conductor que trasladó a la joven está en libertad y qué está pasando en Nuevo León, donde se vive una ola de desapariciones de mujeres jóvenes y adolescentes.
Ante el hecho, hoy las mujeres marcharon en distintos lugares del país y convocaron a otra movilización el domingo, para exigir respuestas a las autoridades sobre el caso de Debanhi.
En México más de 10 mujeres son asesinadas cada día y en 2021 sumaron más de 1.000 feminicidios, crímenes por razón de género.
En lo que va de año, el estado de Nuevo León ha registrado una ola de desapariciones con al menos una treintena de mujeres todavía sin localizar.