"Tenemos 41 puestos quemados (...) la gente perdió su fuente de trabajo y quedó endeudada", dijo a periodistas el presidente de la Asociación de vendedores, Orlando Gutiérrez.
Pidió "apoyo" a las autoridades de la Alcaldía de Tegucigalpa para levantar de nuevo los negocios, así como un "capital semilla" para cada vendedor afectado por el siniestro, cuyas causas se desconocen hasta el momento.
El fuego destruyó los negocios construidos con tablas de madera y láminas de zinc de 41 empresarios independientes de Comayagüela y gracias a "la pronta" respuesta del Cuerpo de Bomberos de Honduras no se extendió a más puestos de venta.
Decenas de personas, entre propietarios, familiares y voluntarios llegaron hoy al lugar del siniestro para tratar de "recuperar" algo de sus negocios.
"Todo quedó destruido, no hay nada bueno", indicó a periodistas Jenny Turcios, quien dijo ser propietaria de un "pequeño negocio familiar", de diversos productos, incluida ropa.
"(Espero que) el Gobierno nos ayude a reconstruir nuestros puestos de venta, tenemos deudas que pagar y ahora no podemos hacerlo porque nos hemos quedado en la calle", dijo.
Turcios pidió ayuda también para retirar del lugar los escombros e hizo un llamamiento al alcalde de Tegucigalpa, Jorge Aldana, a que los visite para que vea "la realidad" que están viviendo.
Se desconoce el monto de las pérdidas que dejó el incendio, cuyo origen se conocerá hasta que hayan sido removidos los escombros, según los bomberos que participaron en las tareas de sofocar el fuego.
El incendio, que fue agitado por productos como calzado, ropa y plástico, entre otros, se produjo en medio de la crisis que enfrenta Tegucigalpa por la escasez de agua, lo que además complica el suministro del líquido a sus 1,5 millones de habitantes, según las autoridades.
El gerente del Servicio Autónoma Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), Leonel Gómez, dijo en la víspera a Efe que Tegucigalpa vive "una crisis realmente humanitaria, porque sin agua potable no hay vida en la ciudad".
La represa La Concepción, junto con la de Los Laureles, abastece con más del 70 % del agua que consume Tegucigalpa, pero a raíz de la sequía su embalse está en el 41 % de su capacidad.