El Laboratorio de Biomateriales y Bioingeniería de la Universidad Católica de Valencia (UCV), liderado por el profesor Ángel Serrano, publicó su investigación en la revista científica internacional Polymers, según un comunicado de la universidad, que señala que el alginato de calcio no es tóxico y es incluso comestible, ya que es un material utilizado por muchos chefs en la alta cocina.
Su validez para la fabricación de tecnología sanitaria fue comprobada tanto en las instalaciones de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la UCV como en las de la Universidad de Kioto (Japón), donde se validó frente a la variante delta del SARS-CoV-2.
Los alginatos son unos biopolímeros hidrófilos con una inmensa gama de aplicaciones biomédicas debido a sus excelentes propiedades químicas, físicas y biológicas, y antes de la pandemia ya se conocían sus propiedades y estaban aprobados para su uso médico; su carácter biodegradable y biocompatible los convertía en unos materiales prometedores en la lucha contra la transmisión de virus.
Tras diversos proyectos con alginatos, el grupo de investigación liderado por Serrano estudió en esta ocasión la citotoxicidad y actividad antiviral del alginato de calcio en forma de películas frente a virus con envoltura como el SARS-CoV-2.
Los resultados mostraron que estas películas, preparadas por la técnica de evaporación del disolvente y posterior entrecruzamiento con cationes de calcio, son biocompatibles en queratinocitos humanos y capaces de inactivar virus con envoltura como el bacteriófago phi 6 y la variante Delta del SARS-CoV-2.
En este trabajo participó la investigadora predoctoral de la UCV Alba Cano y los investigadores Rina Hashimoto y Kazuo Takayama de la Universidad de Kioto, según las fuentes.