Thomas Sankara, el “Che Guevara” africano

UAGADUGÚ. Thomas Sankara, conocido como el “Che Guevara” africano y simpatizante de la Revolución Cubana, es una de las figuras políticas más admiradas de la historia reciente de África por su carisma e ideas, que aún inspiran a jóvenes del continente.

El capitán Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso brinda una conferencia de prensa en 1986.111405+0000 ERIC CONGO
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Sankara fue presidente de Burkina Faso entre 1983 y 1987, cuando murió asesinado, un magnicidio que el pasado 11 de octubre, más de treinta años después, comenzó a juzgarse en un tribunal militar de Uagadugú, capital burkinesa, en un intento de obtener justicia.

El tribunal condenó hoy a cadena perpetua a tres de los catorce acusados, incluido Blaise Compaoré, presidente de Burkina Faso entre 1987 y 2014, y Hyacinthe Kafando, jefe del dispositivo de seguridad de Compaoré en 1987, sentenciados "in absentia" por estar exiliados.

Nacido el 21 de diciembre de 1949 en Yako, localidad a unos cien kilómetros de Uagadugú, en el seno de una familia cristiana y el primer varón de once hermanos, siguió los pasos de su padre y comenzó la carrera militar en Madagascar a la edad de 19 años.

En 1972 volvió a su país, donde luchó en la guerra fronteriza entre Burkina Faso -entonces denominada Alto Volta- y Malí; y en 1976 conoció en Marruecos a Blaise Compaoré, su amigo íntimo y compañero de armas con quien el 4 de agosto de 1983 perpetró el golpe de Estado con el que llegó al poder a los 33 años.

Influenciado por las obras de Karl Marx y Vladímir Lenin, Sankara comenzó una revolución inspirada en las del guerrillero y político argentino nacionalizado cubano Ernesto "Che" Guevara y del entonces presidente de Cuba, Fidel Castro, con quien se reunió varias veces.

Aunque no conoció al "Che", a Sankara se le llama el "Che Guevara" africano por sus similitudes ideológicas y porque ambos murieron a los treinta y tantos años.

Con Castro se reunió por primera vez en marzo de 1983 en la séptima cumbre de los países no alineados en Nueva Delhi.

"FIDEL TIENE GRAN HUMANIDAD"

"Durante esta primera conversación comprendí que Fidel tiene una gran humanidad, una intuición muy aguda, y que era consciente de la importancia de nuestra lucha, de los problemas de mi país", declaró Sankara años después en una entrevista en una radio de Uagadugú.

Visitó Cuba en 1984 -cuando Castro le condecoró con la Medalla de la Orden de José Martí- y en 1986, habiendo desde 1983 acuerdos de cooperación en salud, agricultura, educación y transportes entre ambos países.

Las ideas de Sankara eran antiimperialistas, panafricanistas, feministas y ecologistas, pero también era un patriota que apostaba por el consumo local de productos como las telas tradicionales fabricadas con algodón del país africano.

El amor por su país le hizo cambiarle el nombre en 1984, pasando de ser Alto Volta -nombre colonial que apelaba al curso alto del río Volta- a Burkina Faso, que quiere decir "tierra (o patria) de los hombres íntegros" en dos lenguas locales.

Cuando hablaba, Sankara no dejaba indiferente a nadie. Uno de los discursos más conocidos de este político y militar fue el que dio en Adís Abeba en julio de 1987 en una cumbre de la Organización para la Unidad Africana (actual Unión Africana) contra la deuda externa.

"Son los colonizadores los que endeudaron a África con los prestamistas, sus hermanos y primos. Nosotros somos ajenos a esta deuda. Por lo tanto, no podemos pagarla", argumentó, dejando sin palabras a muchos líderes africanos y haciendo reír a algunos.

Conocido por su humildad, Sankara conducía un pequeño Renault 5 y ese tipo gestos, que sintonizaban con la gente corriente, le hicieron muy popular, pero también tenía detractores y enemigos.

"O acabaré siendo un anciano en alguna parte o será un final violento porque tenemos muchos enemigos. Una vez que aceptas eso, es sólo cuestión de tiempo", predijo él mismo.

Tras admitir que su revolución tenía errores, Sankara también creó -como en Cuba- los Comités de Defensa de la Revolución en cada barrio en la llamada "época de la rectificación" para solventar sus fallos, pero muchos los utilizaron en su propio interés.

GOLPE MORTAL

El 15 de octubre de 1987, Sankara -junto a doce de sus acólitos- fue asesinado a los 37 años por un comando golpista liderado por Compaoré, que asaltó su despacho.

Los cuerpos de Sankara y sus camaradas se enterraron discretamente y el médico, coronel Alidou Jean Christophe Diébré, examinó el cadáver en indicó en el certificado de defunción que la causa de la muerte fue "natural".

Imputado por falsificación de escritura pública, Diébré pidió perdón en el juicio al explicar sus motivaciones y finalmente fue absuelto.

Después, Compaoré tomó el mando de Burkina Faso, bloqueándose toda investigación sobre su muerte hasta que dejó el poder -y se refugió en la vecina Costa de Marfil- tras las protestas ciudadanas en octubre de 2014 contra su pretensión de modificar la Constitución para mantenerse en la jefatura del Estado.

Tras la partida de Compaoré, las tumbas pudieron abrirse para desbloquear la investigación sobre el asesinato del carismático líder africano pero, tras la exhumación del cuerpo, las pruebas de ADN resultaron "inconcluyentes".

No obstante, los expertos aseguraron que el cuerpo recibió varios disparos, lo que concuerda con el testimonio de testigos del asesinato de Sankara y dio esperanzas para que pudiera celebrarse el juicio que hoy puso fin a más de tres décadas de impunidad.

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