“Las noticias que llegan de Ucrania son muy preocupantes. Confío en la intercesión de la Virgen María” y en “todo esfuerzo por la paz” de los responsables políticos, dijo desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Ángelus.
Y después oró unos instantes en silencio y animó a hacer lo mismo a los fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro.
El pontífice expresó de este modo su preocupación por la situación en Ucrania y por las tensiones entre los países occidentales de la OTAN y Rusia, que sigue negando su intención de invadir el país aunque continúa concentrando tropas en la frontera que comparten.
No es la primera vez que Francisco se refiere a esta crisis, pues el pasado 9 de febrero abogó por el diálogo para evitar "la locura" de la guerra.
Unos días antes, el 23 de enero, también denunció la escalada de tensiones y reveló su preocupación por las posibles repercusiones para la seguridad en el continente europeo.
"Sigo con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan con infligir un nuevo golpe a la paz en Ucrania y ponen en discusión la seguridad en el continente europeo con repercusiones aún más vastas", alertó en aquel Ángelus.
El presidente estadounidense Joe Biden -el segundo católico del país tras John F. Kennedy- habló ayer sábado con el ruso, Vladimir Putin, y le dijo que, aunque está dispuesto a seguir la vía diplomática, su país está preparado para otros escenarios en caso de que invada Ucrania.