Cardenal alemán, a favor de que haya sacerdotes célibes y casados

BERLIN. El cardenal alemán Reinhar Marx se manifestó a favor de que la Iglesia católica permita casarse a ciertos sacerdotes, aunque defendió mantener el celibato como “una forma de vida posible en imitación de Cristo”. Indicó que “son debates que se tienen que producir”.

Un sacerdote sostiene un rosario entre sus dedos. El cardenal aleman Reinhar Marx se manifiesta en contra del celibato obligatorio.Rob Carr
audima

“Sería mejor para todos crear la posibilidad de que haya sacerdotes célibes y casados,” defendió el cardenal, arzobispo de Múnich y Freising, en una entrevista al diario “Süddeutsche Zeitung” en la que destacó que “son debates que se tienen que producir”.

“Las cosas no pueden seguir tal y como están ahora”, manifestó Marx, que tildó la vida célibe de “precaria”.

Aunque descartó vincular en general el celibato con los abusos sexuales a menores, el cardenal explicó que es una forma de vida "que atrae a personas que no son adecuadas, que son sexualmente inmaduras".

Marx destacó que es necesario debatir si el celibato debería ser “un requisito básico” para el sacerdocio, aunque afirmó que “no será eliminado”, puesto que es “una forma de vivir el Evangelio”.

El cardenal rechazó por otro lado las acusaciones de "indiferencia" hacia los casos de abusos sexuales en la archidiócesis de Múnich y Freising que formulan contra él los autores del informe publicado hace dos semanas y que también señala la falta de acción al respecto del papa emérito Benedicto XVI.

“¿Podría haber hecho más, podría haber adoptado el punto de vista de los afectados? Sí,” admite Marx, que aseguró que sin embargo la Iglesia católica en Alemania “no ha ocultado la verdad”.

El cardenal evitó pronunciarse con respecto a la cuestión de si Benedicto XVI debería pedir perdón y expresó por el contrario la esperanza de que Georg Ratzinger se exprese y que su explicación "contenga palabras de empatía con los afectados y tenga en cuenta cuáles son ahora las expectativas que hay".

El pasado lunes, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana Georg Bätzing afirmó que el papa emérito, que era arzobispo de Múnich y Freising cuando ocurrieron parte de los abusos en la década de 1980, debería admitir su culpa.

“Debe pronunciarse, debe dejar de lado las recomendaciones de sus asesores y decir clara y sencillamente: cargo con una culpa, he cometido errores, le pido perdón a los afectados,” aseguró en una intervención televisiva.

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