Mañana, reunión virtual y espinosa del Mercosur

BRASILIA. Brasil pasará mañana la presidencia semestral del Mercosur a Paraguay. Los ministros de Exteriores y de Economía del bloque se reunieron hoy en forma telemática para preparar la cumbre presidencial. Se espera que los jefes de Estado traten la rebaja de aranceles. Uruguay apunta a presionar sobre la “flexibilización”.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, entregará la presidencia pro témpore del Mercosur al gobernante paraguayo Mario Abdo Benítez.161750+0000 CARL DE SOUZA
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En la agenda de esta cumbre hay dos asuntos de carácter comercial y político considerados fundamentales para el futuro del bloque, que se discuten desde hace años y ahora están directamente vinculados.

Se trata de la reducción del 10% del Arancel Externo Común (AEC), ya consensuada, aunque ahora Uruguay la ha condicionado a la aprobación de una “flexibilización” del Mercosur que permita a sus miembros la negociación de acuerdos comerciales con otros países o bloques en forma individual, lo cual está vedado hasta ahora.

El AEC permanece intocable desde 1994 y establece un máximo del 35% a las importaciones de países ajenos al bloque, aunque el promedio aplicado es del 12%, frente a una media global del 5,5%.

El mes pasado, Brasil se adelantó y anunció en forma unilateral la aplicación de esa reducción del 10% de ese arancel, después de que lograra el respaldo de Argentina, hasta ese momento el único país que se mantenía reticente respecto a esa medida.

El Gobierno del presidente uruguayo, Alberto Lacalle Pou, ejerce una presión creciente por esa "flexibilización" y la ha llevado a los hechos, al punto de que Uruguay anunció en septiembre pasado que ha comenzado a negociar en forma unilateral un acuerdo comercial con China.

Esta misma semana, Lacalle Pou reafirmó que su país ha "iniciado un proceso de estudio" con China para un acuerdo comercial, que está "avanzando bien", subrayó que ese es "el camino" que su Gobierno ha "decidido seguir" y enfatizó que "no hay marcha atrás".

Esa flexibilización, sin embargo, es apoyada a medias por Brasil y Paraguay y resistida por Argentina, lo que puede vaticinar frentes de tormenta en un bloque en el que todas las decisiones se adoptan por consenso.

Mapa con los miembros del Mercosur y los presidentes de los países fundadores - AFP / AFP

Reunión telemática

La Cancillería brasileña anticipó, sin explicar las razones, que la videoconferencia ministerial no sería transmitida, aunque sí lo será la cumbre de mañana, en la que los líderes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay abordarán espinosos asuntos comerciales y políticos.

El Gobierno brasileño no terminó de informar oficialmente la razón que lo llevó a suspender el carácter presencial de la cumbre previsto inicialmente y alterarlo para el formato virtual, aunque portavoces de otros países del bloque lo atribuyeron al temor que ha sembrado la variante ómicron del coronavirus.

En medios políticos se llegó a especular que el cambio de formato obedecía a un "enojo" del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por la gran recepción que su homólogo argentino Alberto Fernández le dio la semana pasada en Buenos Aires al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de 2022 en Brasil.

Sin embargo, Argentina y Brasil insistieron en la excusa de la variante ómicron y descartaron un nuevo malestar entre Bolsonaro y Fernández, antagonistas políticos que hasta ahora no han tenido una reunión oficial bilateral y sólo se conocieron personalmente en la Cumbre del G20 celebrada en octubre pasado en Roma.

La UE

También está previsto que se discutan, aunque no en profundo, los problemas que mantienen atascado el acuerdo comercial que anunciaron en 2019 el Mercosur y la Unión Europea (UE), cuya ratificación está trabada sobre todo por la resistencia de algunos países comunitarios a las agresivas políticas de Brasil en la Amazonía.

En febrero pasado, ambos bloques anunciaron que prepararían una declaración anexa sobre políticas medioambientales para salvar esos obstáculos, pero 2021 acabará sin ese documento.

Según fuentes diplomáticas consultadas por Efe, el consenso que se persigue en esa materia aún deberá esperar, sobre todo por las elecciones presidenciales que se celebrarán en mayo en Francia y en octubre en Brasil, y por el fuerte acento medioambiental del nuevo Gobierno alemán.

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