Hasta el momento, Brasil ha registrado seis casos de este nuevo linaje del coronavirus, que fue notificado por primera vez en Sudáfrica el pasado 25 de noviembre y al que todo indica es más transmisible que otras cepas, e investiga otros nueve sospechosos.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, en febrero de 2020, el gigante suramericano acumula un total de 615.744 fallecidos y 22.147.476 infectados, de acuerdo con los datos más recientes difundidos por el Ministerio de Salud.
El promedio de nuevos decesos en los últimos siete días se situó hoy en 195 y el de nuevas infecciones en 8.961, según los datos del Consejo Nacional de Secretarías de Salud (Conass), muy por debajo del récord de más de 4.000 defunciones diarias y 115.000 contagios por día anotados en el auge de la pandemia.
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Sin embargo, pese a la relativa estabilidad de los últimos meses, Brasil se mantiene como el segundo país en el mundo con más fallecidos a causa de la enfermedad, después de Estados Unidos, y el tercero con más casos confirmados, detrás de EE.UU. e India.
Los expertos atribuyen la persistente caída en los números tanto de muertos como de contagios al avance de la campaña de inmunización en esa nación de 213 millones de habitantes, donde un 74,8% de la población ha recibido la primera dosis de la vacuna y el 64,4% ya tiene la pauta completa.
Asimismo, del total de infectados con covid, un 96,5% ya se ha recuperado, lo que se traduce en 21,3 millones de personas, mientras que otros 161.344 pacientes permanecen bajo cuidados médicos.
Además, la confirmación de los primeros casos de la variante ómicron ha prendido las alertas en todo el país, lo que llevó a que buena parte de las 27 capitales regionales brasileñas cancelaran sus fiestas de año nuevo, entre ellas Río de Janeiro y Sao Paulo.