Política económica: Bolsonaro no congelará “el precio de nada”

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insistió este domingo en que no intervendrá “el precio de nada”, en medio de una creciente inflación y de las dudas de los mercados sobre la política económica del Gobierno tras alterar las reglas de responsabilidad fiscal.

Carteles que muestran los precios elevados del combustible y otros productos, a modo de protesta y crítica contra el Gobierno de Jair Bolsonaro, en Río de Janeiro (Brasil). La bolsa de Sao Paulo se hundía el pasado viernes un 3,88% y el dólar estadounidense subía frente al real a mitad de sesión, tras la desbandada de secretarios en el Ministerio de Economía, en medio de las maniobras del Gobierno de Jair Bolsonaro para flexibilizar las reglas de responsabilidad fiscal. El billete verde se apreciaba un 0,97 % para llegar a los 5,72 reales para la compra y la venta en el tipo de cambio comercial brasileño, su mayor valor en varios meses. EFE/ André CoelhoAndré Coelho
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“No vamos a interferir en el precio de nada. Se hizo eso en el pasado y no funcionó”, dijo el mandatario al anticipar que próximamente habrá un nuevo reajuste de los combustibles.

El precio medio de la gasolina y el diesel han subido en Brasil en torno a un 40 % en lo que va de año, empujado por el alza del petróleo en el mercado internacional y la fuerte apreciación del dólar estadounidense frente al real brasileño.

El líder ultraderechista sostuvo que la petrolera estatal Petrobras está "amarrada" a los precios internacionales y que su Gobierno no puede hacer nada contra eso.

"No tengo poder de interferir sobre Petrobras", aseguró.

En contraposición a esas declaraciones, Bolsonaro designó en febrero pasado al general de la reserva del Ejército Joaquim Silva e Luna como nuevo presidente de Petrobras, después de semanas criticando los repetidos reajustes en el precio de los combustibles, que siguen ocurriendo en la actualidad.

Bolsonaro habló ante la prensa junto a su ministro de Economía, Paulo Guedes, mientras daban una vuelta por un mercado de Brasilia, en un nuevo intento por dar señales de unión después del nerviosismo en los mercados de los últimos días.

La bolsa de Sao Paulo registró una caída semanal del 7,3 %, después de que renunciaran cuatro altos cargos del Ministerio de Economía, motivados por la decisión del Gobierno de alterar el techo de gastos para ampliar las ayudas a los más pobres en 2022, año en el que Bolsonaro intentará su reelección.

"Estamos haciendo eso en el límite de la responsabilidad fiscal", garantizó el presidente.

Por su parte, Guedes defendió que "la reformulación del techo de gastos es técnicamente correcta".

"El presidente tiene que tomar una decisión política muy difícil. Si él respeta el techo, deja a 17 millones de familias pasando hambre", expresó el ministro, un liberal ortodoxo de la Escuela de Chicago.

Guedes también metió prisa al Senado para que avance en las reformas estructurales que están en trámite, como una administrativa y otra tributaria, y así tener más espacio en el presupuesto.

“Brasil está creciendo y Brasil va a crecer”, apuntó, pese a los niveles récord de desempleo, por encima del 14 %, y una inflación desbocada que ha superado el 10 % interanual.

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