Horas después de que una corte californiana diera luz verde a la extradición -un proceso aún no cerrado por la ya anunciada intención del exmandatario de presentar un recurso de “habeas corpus”-, Toledo afirmó que va a hacer “todo, dentro y fuera del país” para recuperar el nombre de su esposa, el suyo propio y el de su familia.
"¡Y no cesaré! Me han dicho que soy un indio terco rebelde... Sí, pero con causa", aseveró Toledo, quien reconoció que si bien es "el pato negro de esta historia", lo único que quiere es recuperar su credibilidad.
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El expresidente fue detenido a petición de Perú en julio de 2019 en California, donde ha residido durante los últimos años, y entonces se inició un proceso judicial que culminó el martes con la decisión del magistrado de avalar la extradición, aunque puede que este se alargue cuando se presente el “habeas corpus”.
Según las investigaciones de la Fiscalía peruana, el exmandatario de 75 años habría recibido hasta 35 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú, cuando aún era jefe del Gobierno.
LAMENTA QUE EL JUEZ DESESTIMARA PRUEBAS
A lo largo de la entrevista, que fue por videollamada, Toledo insistió en varias ocasiones en que dispone de datos que apuntalan su versión sobre la ruta del dinero que las autoridades peruanas sostienen que recibió como sobornos, y lamentó que el juez Thomas Hixson de la Corte del Distrito Norte de California considerara que no le correspondía examinar esa documentación.
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"Le hemos explicado que no son creaciones de nadie, que son de bancos internacionales", indicó el expresidente sobre esas pruebas que supuestamente probarían su inocencia.
"Mi defensa en el Perú siguió este pedacito de hilo y ha encontrado las evidencias en República Dominicana -agregó-. Allí hay un señor que arreglaba entre Maiman y Odebrecht".
El empresario israelí Josef Maiman y el exrepresentante de Odebrecht en Perú Jorge Barata son los principales testigos contra Toledo en el caso que lleva la Fiscalía peruana, pero sus testimonios contienen inconsistencias y contradicciones, algo que incluso el propio juez Hixson admitió en su fallo del martes.
En la entrevista con Efe, el exmandatario tildó a ambos de "delincuentes internacionales, vestidos con trajes de empresarios millonarios", incluyendo a Maiman, quien fue su íntimo amigo durante dos décadas y que en 2019 se acogió a la cooperación eficaz.
CARGA DURAMENTE CONTRA MAIMAN, OTRORA SU AMIGO ÍNTIMO
Precisamente fue Maiman contra el que Toledo se mostró más duro, ya que lo acusó de haber actuado sistemáticamente y en varios países del mismo modo: acercándose a gobernantes para ganarse su confianza y luego aprovecharse de ellos.
"Me robó la confianza desde que lo conocí en 1997, en Israel", rememoró el exmandatario, quien acto seguido explicó que Maiman se acercó más a él cuando detectó que tenía posibilidades de gobernar.
Toledo también entró en detalles de un ofrecimiento que le hizo Maiman para "prestarle" 500.000 dólares para pagar las últimas letras de su casa y de una casa que tiene en el norte de Perú, algo que enmarcó en un contexto de ayudas mutuas entre su familia y la del empresario israelí.
Según su versión, esa ayuda fue a cambio de un favor que él le había hecho a Maiman en relación con la empresa española Telefónica: "Yo incluso ayudé a su esposa (para comercializar) una aplicación con Telefónica en América Latina".
"Ahora entiendo el origen (del dinero). Se hizo vender como un multimillonario exitoso (...), pero hoy tenemos evidencias nuevas de que él siguió este mismo 'modus operandi' de robar la confianza de sus víctimas en cinco países de Europa del este", remarcó.
Además de esos cinco países, el expresidente peruano dijo que también dispone de pruebas de que Maiman operó de la misma forma en Latinoamérica, en concreto en República Dominicana, Costa Rica y Colombia, además de Perú.
"Así funcionan, y cuando los encontraron 'in fraganti', se acogieron a la cooperación eficaz", aseguró.
DICE NO HABER RECIBIDO “NINGÚN DINERO MAL HABIDO”
Toledo enfatizó no haber recibido absolutamente "ningún dinero mal habido" e ilustró su supuestamente precaria situación financiera con el hecho de que durante el proceso judicial en EE.UU. pidió que le representara un defensor público, al asegurar que no podía pagarse a un abogado.
Sin embargo, cuando el FBI lo detuvo en julio de 2019, los agentes hallaron en su casa un maletín con 40.000 dólares en efectivo, un monto que el expresidente siempre ha sostenido que era para cubrir gastos del día a día.
En un tono muy personal, el exmandatario peruano lamentó que este caso haya “derrumbado” todo lo que ha hecho en su vida y se comparó con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que pasó 580 días en prisión condenado por corrupción, pero que posteriormente fue liberado y todos los cargos contra él fueron anulados.
Toledo también dijo tener una “profunda esperanza” de que el nuevo presidente peruano, Pedro Castillo, traiga consigo el cambio en su país, y opinó que si este quiere dejar un legado de futuro, debe comenzar “por una reestructuración radical del Poder Judicial y de la Administración de Justicia”.