Los demócratas esperan que esa subida de impuestos sirva para recolectar 2,9 billones de dólares durante 10 años y pagar por el programa de gasto social del presidente estadounidense, Joe Biden, valorado en 3,5 billones de dólares y que su partido quiere aprobar en el Congreso antes de finales de mes.
Ese plan aún no se ha redactado y varios comités del Congreso están ahora viendo qué incluir exactamente en ese plan.
En ese contexto, el demócrata, Richard Neal, presidente del comité de Medios y Arbitrios de la Cámara Baja, reveló este lunes una propuesta que serviría para abolir parte de la reforma fiscal que aprobaron en 2017 los republicanos del Congreso bajo el Gobierno de Donald Trump (2017-2021).
Específicamente, Neal quiere reemplazar la tasa fija del 21 % que pagan en impuestos todas las empresas por una estructura gradual, de manera que las compañías que ganen menos de 400.000 dólares al año paguen un 18 % de impuestos, las que tengan beneficios de hasta 5 millones un 21 % y las que superen esos 5 millones un 26,5 %.
Esa propuesta, sin embargo, está lejos de la tasa fija del 28 % que propuso el presidente de EE.UU., Joe Biden, y sigue siendo inferior al 35 % que estaba en vigor antes de la reforma fiscal de Trump.
Asimismo, el plan de Neal subiría del 37 % al 39,6 % la cantidad de impuestos que pagan aquellos individuos que ganan más de 400.000 dólares al año, o 450.000 en caso de parejas casadas.
Esas cifras también son inferiores a la propuesta que hizo Biden que quería fijar el límite impositivo en 452.700 dólares al año para quienes hacen la declaración de la renta de manera individual, y en 509.300 para matrimonios.
El plan de Neal todavía no ha recibido el apoyo de todos los demócratas, cuya ala más moderada se resiste a aumentar los impuestos para las empresas o rentas más altas.
Sin embargo, la brecha entre los más ricos y las clases medias y bajas de EE.UU. se ha agudizado durante la pandemia y alcanza ya niveles no vistos en medio siglo.
De hecho, durante el primer año de la pandemia, los milmillonarios estadounidenses vieron aumentar su riqueza en 1,3 billones de dólares, un crecimiento de casi un 45 %, con algunos de ellos multiplicando su fortuna hasta un 600 %, según un informe del Institute for Policy Studies (IPS), un centro de pensamiento progresista con sede en Washington.