Así lo afirmó en un comunicado la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de dicho organismo, en el que criticó el informe encargado por la Fiscalía General de Bolivia.
En la nota de la OEA se describen los comicios de aquel año como una "vergüenza hemisférica" por el cúmulo de irregularidades y "la manipulación flagrante" del proceso electoral.
Y se arremete contra el informe pericial encargado por la Fiscalía General del Estado de Bolivia a un equipo de investigación en España, que concluye que "no hubo manipulación" de los resultados de los comicios de 2019.
Ese equipo es el Grupo de Investigación Deep Tech Lab de BISITE de la Fundación General de la Universidad de Salamanca de España, a cargo del ingeniero Juan Manuel Corchado.
El informe solicitado por la Fiscalía General se contrapone al presentado por la OEA el 10 de noviembre de 2019 que detectó irregularidades "muy graves" en el proceso, como la manipulación del sistema informático de trasmisión y cómputo de resultados.
La Secretaría General de OEA aseguró este lunes que intentar validar las irregularidades y manipulaciones supuestamente cometidas durante esas elecciones a través de "estudios extemporáneos" constituye una "grave afrenta" la democracia.
Pese a criticar el informe pedido por la Fiscalía y señalar que tiene "profundas deficiencias", la Secretaría General de la OEA reconoce que tiene aciertos como confirmar "los graves hallazgos" de los que ella misma ya alertó en su estudio de 2019 en materia informática y de apuntar que hubo "errores imperdonables".
Entre esos "graves hallazgos" cita la utilización de dos servidores ajenos a la estructura tecnológica establecida para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
"El propio informe pericial encargado por la Fiscalía da cuenta de las extremas vulnerabilidades del sistema y de las manipulaciones que tuvieron lugar, señalando que se podía añadir, modificar o eliminar datos sin dejar evidencias", subraya la Secretaría General de la OEA, para acto seguido lamentar que los académicos que elaboraron el informe pericial contradicen su propia conclusión.
De hecho, recordó, los peritos destacan en su análisis que no existió manipulación en los resultados de los comicios, aunque en él indican que fueron posibles las alteraciones manuales de los sistemas y bases de datos, que personas no identificadas podían efectuar cambios y no dejar rastros, y que no hubo supervisión, entre otros.
La Secretaría General de la OEA enumeró también una serie de irregularidades recogidas en su propio informe como la existencia de servidores clandestinos, quema de material electoral, ingresos inexplicables y no autorizados al sistema, y debilitamiento de la autoridad de los comicios.
Por todo ello, determina que "nunca" se podrá tener confianza en las elecciones de 2019.
Bolivia estuvo sumida en una crisis social y política tras los comicios de octubre de 2019, que fueron anulados por las denuncias de que hubo un presunto fraude electoral a favor del entonces presidente, Evo Morales.
Tras el informe de la OEA, que se conoció la madrugada del 10 de noviembre de 2019, Morales primero anunció nuevas elecciones y horas después dimitió de la Presidencia, alegando ser víctima de un supuesto "golpe de Estado".