Un té con la reina y el sable al revés

Con una guardia de honor y luego alrededor de un té, la reina Isabel II recibió ayer al presidente estadounidense Joe Biden en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, al terminar la cumbre del G7. Con traje floreado y sombrero rosados. En el marco de otra reunión, Lilibet cortó un pastel con el sable al revés e hizo bromas preguntando si tenía que hacer como si la estuviese pasando bien.

La reina Elizabeth II (centro), intenta cortar el pastel con una espada (al revés) prestada por Lord Lieutenant de Cornwall, Edward Bolitho, para celebrar el inicio de la recepción en The Eden Project, cerca de St Austell al suroeste de Inglaterra. Oli Scarff/Pool/AFP.111801+0000 OLI SCARFF
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, invitó ayer a la reina Isabel de Inglaterra a visitar la Casa Blanca y aseguró que le ha recordado a su madre, después de ser recibido por la monarca en el castillo de Windsor, cerca de Londres. “Ha sido muy amable”, dijo Biden, antes de partir desde el aeropuerto de Heathrow en dirección a Bruselas. El presidente estadounidense explicó que la reina le preguntó por los presidentes ruso, Vladímir Putin, y el chino, Xi Jinping, además de interesarse sobre cómo es su vida en la Casa Blanca.

La reina Elizabeth II (derecha) saluda al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden (izquierda) y a la primera dama Lady Jill Biden (centro) en el castillo de Windsor.

“Le dije que la Casa Blanca podría caber en el patio”, bromeó Biden, en alusión al castillo de Windsor. Una sonriente Isabel II recibió en el castillo de Windsor a Biden y su esposa, Jill, como colofón a su visita al Reino Unido para participar en la cumbre del G7 en Cornualles (suroeste de Inglaterra).

Vestida de un rosa primaveral con sombrero a juego, Isabel II, de 95 años, escuchó con el presidente, de 78, y la primera dama, de 70, el himno de Estados Unidos, después de departir juntos durante varios minutos.

Sin la tensión como en la reunión con Trump

Los tres parecían relajados y en momentos intercambiaron sonrisas, en una visita que destaca por carecer de la tensión que marcó las del expresidente estadounidense Donald Trump, que visitó a la reina, con su esposa Melania, durante una visita de Estado en 2019 y otra oficial en 2018. Biden, que realiza su primer viaje internacional, es el decimotercer presidente de EE.UU. que Isabel II conoce de los catorce que han servido durante sus 69 años de reinado, con la excepción de Lyndon Johnson.

Biden coincidió por primera vez con la monarca en una audiencia en 1982, cuando, siendo senador en su país, viajó al Reino Unido para participar en una reunión del grupo británico-americano del Parlamento británico.

Después de presenciar junto a Isabel II y la primera dama un desfile del primer batallón de guardias granaderos de la Compañía de la Reina, los tres entraron al castillo a fin de degustar un té a la inglesa, según la agenda protocolaria enviada por el palacio de Buckingham (principal residencia real en Londres) .

“Muy graciosa”

Respecto al encuentro, Joe Biden confió que invitó a la Casa Blanca a la reina, calificada por él de “muy graciosa”: “No creo que se sienta insultada, me recordó a mi madre”. La reina ya participó el viernes en una recepción en Cornouailles (suroeste de Inglaterra), en la primera noche de la cumbre del G7, con Joe Biden. Cortó el pastel con un sable (al revés) y causó la hilaridad de los dirigentes de las grandes potencias al preguntar durante la toma de la foto con los presentes: “¿Tenemos que parecer como si la estuviéramos pasando bien?”. Se trata del principal compromiso público de la soberana desde la muerte en abril de su esposo el príncipe Felipe, que hubiera cumplido 100 años el 10 de junio y entre las numerosas visitas que realizó por todo el mundo estuvo también en nuestro país.

Con información de las agencias EFE y AFP

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