MOSCÚ (AFP, EFE). Alexéi Navalni fue acusado por el Servicio Federal Penitenciario de Rusia de haber incumplido las condiciones de una pena de cárcel suspendida de 3,5 años dictada contra él en 2014 y declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Navalni asegura que el Gobierno ruso intenta silenciarle tras el intento de asesinato que sufrió el año pasado cuando fue envenenado, según denuncia, por orden de Putin,
Las manifestaciones que se cumplieron ayer en unas 93 ciudades exigían la liberación del líder opositor, que regresó a su país desde Alemania tras superar un supuesto envenenamiento.
La Policía detuvo en Moscú a Yulia Navalnaya, esposa de Navalni, informó ella misma en un mensaje de su cuenta de Instagram.
“Perdón por la mala calidad. Hay una luz muy pobre dentro del furgón” policial, escribe la mujer de Navalni debajo de una fotografía suya.
Yulia Navalnaya fue detenida, al igual que otras 1.000 personas, en medio de las marchas que se celebran en todo el país en apoyo de su esposo, actualmente en prisión preventiva tras ser arrestado el domingo pasado a su regreso de Alemania.
Las primeras manifestaciones en el Extremo Oriente y en Siberia, donde miles de personas salieron a las calles en Vladivostok, Jabarovsk, Novosibirsk y Chita, tuvieron que hacer frente a importantes efectivos de la policía.
Las bolas de nieve arrojadas por algunos manifestantes contra la policía en Moscú fueron respondidas con porrazos. Otros ciudadanos protestaban en silencio, con pancartas en las que se podía leer “No tengo miedo” o “No a la dictadura”.
“Fuera Putin” y “Libertad para Navalni” fueron los principales lemas que se repitieron durante toda la jornada a lo largo del país, al compás de los once husos horarios de Rusia.
La policía moscovita advirtió que “reprimirá” cualquier protesta no autorizada que considere una “amenaza para el orden público”.
La alcaldía de la capital denunció manifestaciones “inaceptables” en medio de una pandemia.
El Kremlin calificó de inadmisibles las marchas no autorizadas convocadas a favor de Navalni
“La posición solo puede ser una: a favor de la necesidad incondicional de respetar la ley y la inadmisibilidad de la organización de acciones ilegítimas, y sobre todo, de los llamados a la participación de jóvenes y niños en estas acciones”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, “lamenta las detenciones masivas” y “el uso desproporcionado de la fuerza” durante las manifestaciones.