Grossi, investido oficialmente el lunes, se convirtió en director general del único organismo internacional con acceso a las instalaciones nucleares de Irán, gracias al acuerdo alcanzado en 2015 entre la República Islámica y las grandes potencias.
¿Quién es el nuevo director del OIEA?
Rafael Grossi (58 años) conoce bien la OIEA, donde desempeñó de 2010 a 2013 funciones que lo llevaron a discutir directamente con los responsables iraníes. El lunes, durante una rueda de prensa, anunció que prevé viajar a Irán “en un futuro relativamente cercano”.
Al ser embajador de Argentina en Austria desde 2013, era representante de ese país ante la OIEA.
En cuanto a las cuestiones de no proliferación, François Nicoullaud, exembajador de Francia en Irán, considera al diplomático “impresionante” y “de muy buen calibre”.
Otros diplomáticos entrevistados por la AFP destacaron su “ética profesional” y su “energía”, y uno de ellos afirmó que Grossi promocionará la energía nuclear para combatir el cambio climático
Grossi es el sexto director del organismo desde que este fuera creado en 1957, y el primero procedente de un país de América del Sur.
¿Qué hace la OIEA en Irán?
La agencia de la ONU está encargada de comprobar sobre el terreno que Teherán aplica el acuerdo sobre su programa nuclear, que firmó en 2015 con las grandes potencias, y que busca garantizar que Irán no se dotará del arma atómica.
Grossi asumió el cargo en un momento delicado para el acuerdo después de que Estados Unidos decidiera retirarse del mismo, de forma unilateral, en 2018.
En reacción al restablecimiento de las sanciones estadounidenses, Teherán aplica desde mayo un plan para desvincularse del acuerdo, y ha intensificado sus actividades nucleares.
Por ejemplo ha superado el límite de almacenamiento de uranio enriquecido fijado por el texto, la tasa de enriquecimiento y la cantidad de agua pesada autorizados. También modernizó sus centrifugadoras.
El OIEA considera que el régimen de inspección de las instalaciones iraníes puesto en marcha desde 2015 es el más severo del mundo.
En su discurso de investidura del lunes, Grossi alabó el “sistema imparcial y riguroso” de las inspecciones del OIEA.
Ninguna otra institución “tiene esta credibilidad, que permite garantizar que no se desvíe material nuclear para hacer armas atómicas”, destacó.
El OIEA enfrenta el desafío de mantener su reputación de neutralidad ante las numerosas presiones políticas que despierta el dosier iraní.
Grossi contaba con el aval de Estados Unidos, pero los diplomáticos entrevistados por la AFP recalcaron su “independencia” y su “capacidad de resistir a las presiones, vengan de donde vengan”.
Temas candentes
En los últimos meses, salieron a la luz varios puntos de fricción en la cooperación entre Teherán y el OIEA.
La agencia de la ONU pidió a Teherán que explicara la naturaleza de las actividades que llevó a cabo en una instalación no declarada en la que se encontraron restos de uranio.
De momento, las respuestas de Irán no satisficieron al OIEA.
Además, a finales de octubre le prohibieron salir de Irán a una inspectora de la OIEA activó una alerta de seguridad sobre una instalación inspeccionada, lo que dio lugar a tensiones entre la República Islámica y el OIEA.
En el plano diplomático, los europeos, China y Rusia, que siguen dentro del acuerdo, deberán convencer a los iraníes para que apliquen estrictamente el pacto.
Este viernes, representantes de esos países se reunirán con responsables iraníes en Viena.
Teherán avisó que a principios de enero intensificará su programa nuclear, lo que llevó a los europeos a alzar el tono y advertir que podrían activar un mecanismo para restablecer las sanciones de la ONU contra Irán.