“No hubo ni antes ni durante ni después del proceso (de establecimiento de relaciones diplomáticas entre Panamá y China) ningún tipo de componendas ni arreglos inconfesables en procura de intereses personales”, manifestó en un comunicado la embajada de China en el país centroamericano.
“Toda especulación irresponsable sobre “pagos millonarios” destinados a “comprar” la adopción de la política de una sola China por el gobierno panameño es falsedad infundada en contra del buen nombre y la dignidad institucional de ambos Estados”, añade la nota.
En los últimos días medios panameños han publicado informaciones sobre presuntos pagos por unos 142 millones de dólares por parte de China a Panamá para que rompiera relaciones diplomáticas con Taiwán y las estableciera con Pekín el 13 de junio de 2017. Dicha información parte de supuestas conversaciones del expresidente Varela, quien denunció este mes el robo de información de uno de sus celulares, donde el exmandatario mantiene conversaciones privadas con altos funcionarios del Estado, en un caso denominado en Panamá como los “VarelaLeaks”.
En esos diálogos, que habrían ocurrido entre 2017 y 2018, el exadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Jorge Barakat, le pide a Varela que no mencione una donación de un billón de yuanes (unos 142 millones de dólares) hechos por China que no habrían entrado al Tesoro panameño.
“Presidente sugiero no mencionar la donación del Billón de Yuanes, porque puede dar la impresión que fue el precio por la ruptura con Taiwán”, habría escrito Barakat a Varela por la aplicación Whatsapp el 19 de noviembre de 2017.
Sin embargo, la sede diplomática negó cualquier pago y manifestó que la única exigencia de Pekín para establecer relaciones diplomáticas con Panamá era el reconocimiento del principio de una sola China. En la nota, la potencia asiática reconoce haber suscrito acuerdos con Panamá en diversos ámbitos, pero dentro del “más estricto apego a las normas fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, con total transparencia” y con “una altura moral intachable”.
En el gobierno chino “no se permiten giros en efectivo en favor de la parte receptora de un proyecto de cooperación”, dice el comunicado. La China continental y Taiwán están dirigidas por regímenes rivales desde 1949, cuando los nacionalistas liderados por Chang Kai-chek se refugiaron en la isla tras su derrota ante las tropas comunistas de Mao Zedong. Pekín considera a Taiwán parte integrante de su territorio y susceptible de ser recuperado por la fuerza.
Varela ha denunciado que parte de las conversaciones robadas de su celular están manipuladas, tergiversadas o sacadas de contexto. El escándalo se produce en momentos donde el gobierno de Laurentino Cortizo ha enfriado las relaciones con China para darle prioridad a Estados Unidos.