Sacrificios humanos para construir un puente en Bangladesh, un bulo mortal

MUNSHIGANJ. La gran obra de ingeniería que supone la construcción de un puente de 6 kilómetros sobre el río Padma, en Bangladesh, necesita de sacrificios humanos para avanzar, un bulo que se ha viralizado en redes sociales y que llevó este mes al linchamiento de ocho presuntos secuestradores.

Maquinaria pesada trabaja en la construcción del puente de Padma, en Dhaka, Bangladesh.MONIRUL ALAM
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Aunque suene increíble, el pescador Tayeb Khandoker reconoce que tuvo miedo de pasar la noche en su bote después de que sus compañeros le advirtieran de que podría ser atacado por cazadores en busca de la “sangre y cabezas humanas” que necesita el puente. “Al principio estaba asustado. Pero luego lo tomé con calma porque eso no puede ser cierto”, dijo a Efe Tayeb, de 60 años, dubitativo ante la cercanía de las obras y esos rumores que hablaban de bebés arrancados del regazo de sus madres para el sacrificio. Mohammad Arif, un soldador que trabaja en el puente, se ríe ante la ocurrencia.

Pero otros no pensaron lo mismo.

A Taslima Begum, madre soltera con dos hijos, los rumores le costaron la vida el pasado 20 de julio, cuando fue a una escuela en Dacca para informarse sobre el proceso de admisión para su hija. Preguntó en la entrada del centro a una vigilante, pero ésta sospechó de Taslima, a la que confundió con una secuestradora, y poco después una veintena de personas la habían acorralado. Las autoridades de la escuela intentaron proteger a la mujer, de 40 años, encerrándola en una habitación del primer piso de la escuela, pero la multitud encolerizada seguía aumentando. Antes de que llegara la Policía, Taslima había muerto por los golpes de la turba. “No le dieron tiempo a que explicara nada. La mataron antes de que pudiera decir algo”, narró a Efe el sobrino de la víctima, Nasir Uddin Tito. El linchamiento de Taslima no ha sido el único.

El inspector general de Policía, Mohammad Javed Patwary, confirmó este miércoles en una rueda de prensa en Dacca el asesinato de ocho “inocentes” después de que se extendieran los rumores. “A todas las unidades de Policía sobre el terreno se les ha pedido que tomen las medidas necesarias”, señaló Patwary, que acusó a grupos no identificados de crear cuentas en redes sociales para propagar rumores y desencadenar el caos.

Una persona camina cerca del puente Padma, en construcción.

Hasta el momento las autoridades han cerrado 60 cuentas de Facebook, 25 enlaces de Youtube y 10 páginas web relacionadas con la difusión de estas historias. El bulo empezó a propagarse el pasado 9 de julio, y pronto las autoridades bangladesíes, desde el Ministerio de Carreteras y Puentes hasta la propia primera ministra, Sheikh Hasina, ordenaron el inmediato arresto de los culpables. Pero en vez de disminuir, la propagación de los rumores se disparó cuando el 18 de julio una muchedumbre encolerizada linchó a un drogadicto que cargaba supuestamente una bolsa con la cabeza de un niño.

Estos rumores de “sangre y cabezas humanas” afectan a una de las principales obras de ingeniería del país, un puente de 6,15 kilómetros y un coste de 3.868 millones de dólares, financiado con el respaldo del Banco Asiático de Desarrollo.

El puente, fundamental para la economía del país, conectará el suroeste con las regiones norte y este, y contará con cuatro carriles en la parte superior y un carril doble en la inferior. “Sabemos lo importante que es este puente para Bangladesh. Nos mantenemos alerta”, explicó a Efe Nurul Amin, que trabaja en una estación de ferry cercana.

Más allá del fundamento de los rumores, la organización de derechos humanos Ain o Shalish Kendra denuncia la cultura del linchamiento que existe en Bangladesh, donde en 2018 murieron por los golpes 39 personas, mientras que en lo que va de año ya han fallecido 51. “El linchamiento no es algo repentino. Su número disminuye y aumenta por épocas, pero últimamente parece que está aumentando bastante”, dijo a Efe la directora de la ONG, Sheepa Hafiza. Es por eso, dice la activista, que surge la pregunta sobre “ si por algún motivo alguien lo está incitando o no”. Porque durante un linchamiento hay muchos involucrados, pero “¿quiénes son las personas que instigan a otros para que empiecen a golpear? A estos nunca llegamos a verlos”, concluyó.

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