El desmantelamiento de Avianca Brasil, un desafío para el sector aéreo

SAN PABLO. Con Avianca Brasil en proceso de quiebra desde diciembre, el sector de la aviación brasileña, uno de los que registran más tráfico aéreo en el mundo, pasa a contar con tan solo tres aerolíneas principales, una escasez en la competencia que ha provocado un aumento del precio de los pasajes.

El sector de la aviación brasileña, uno de los que registran más tráfico aéreo en el mundo, pasa a contar con tan solo tres aerolíneas principales, una escasez en la competencia que ha provocado un aumento del precio de los pasajes.DANIEL SLIM
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Avianca Brasil, antiguamente llamada OceanAir y que es una compañía independiente de Avianca Holdings S.A., se acogió a la ley de quiebras y acumula unas deudas por más de 1.000 millones de reales (260 millones de dólares), que le acarrearon varias demandas en los tribunales y la llevaron a realizar una subasta de parte de sus activos, prevista para el próximo miércoles. “Con la salida de una concurrente, en ese caso Avianca, los precios de los pasajes suben y las tres principales aerolíneas restantes pueden imponer las reglas que quieran”, indicó a Efe el profesor del centro de estudios económicos Fundación Getúlio Vargas, Ulysses dos Reis,

Datos de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) muestran que, en los primeros cinco meses de 2019, Gol, Latam y Azul fueron responsables de más del 90 % de los embarques en vuelos domésticos, mientras que Avianca respondió por un 8 % y, las demás aerolíneas, por menos del 2 %. Asimismo, el precio promedio de los billetes aéreos aumentó un 14 % desde que Avianca cancelara miles de vuelos desde abril, según un sondeo realizado por portales de venta de pasajes por internet. Reis resaltó que el aumento de las tarifas “es solo la punta del iceberg”, pues la falta de competencia perjudica el libre mercado y tiene “un efecto cascada en toda la economía del país”, desde la locomoción de trabajadores calificados y productos a áreas remotas hasta la falta de inversión en infraestructura.

La salida de Avianca Brasil del tablero de la aviación se produce además en un momento en el que la ruta Sao Paulo y Río de Janeiro, la cuarta con más movimiento del mundo, completa 60 años, en medio de una concentración inédita en el mercado, ya que tan solo Gol y Latam pueden actualmente operar en el puente aéreo. Brasil es un país de “dimensiones continentales” que tiene la “urgencia de integrarse, de que el conocimiento fluya de los polos hacia la periferia. La falta de oferta en la movilidad hace con que ese desarrollo sea estrangulado”, señaló Reis.

Pese al permiso de las autoridades brasileñas para la entrada de compañías extranjeras en el mercado de capitales local, como Air Europa, “poca cosa cambiará si no se producen más inversiones y la quiebra de los monopolios”.

En la misma línea, el superintendente de Acompañamiento de Servicios Aéreos del regulador aéreo Anac, Ricardo Bisinotto Catanant, explicó a Efe que la “salida abrupta” de Avianca Brasil ha provocado una repentina disminución de la oferta, que, consecuentemente, ha impactado en los precios y servicios ofrecidos por las compañías. No obstante, Catanant evaluó que las políticas neoliberales puestas en marcha por el Gobierno de Jair Bolsonaro podrían “incentivar” y “fomentar” la entrada de nuevas compañías en Brasil y, así, “amplificar la concurrencia” y regular el mercado. “La (española) Air Europa fue la primera (aerolínea extranjera) que solicitó entrar en el país y hay otros grupos interesados. Eso permite una mayor competencia y tanto la concurrencia como la entrada de otras empresas son anheladas por nosotros”, dijo el superintendente.

Pero la subida en los precios de los billetes hizo con que muchos brasileños migraran del aire hacia otros tipos de transporte, como el terrestre. Según señaló a Efe la consejera de la Asociación Brasileña de las Empresas de Transporte Terrestre de Pasajeros (Abrati), Leticia Sampaio Kitagawa, el número de viajeros que sustituyó el medio aéreo por el terrestre aumentó un 12 % entre enero y junio de 2019 y, en algunas rutas específicas, ese incremento fue de hasta un 16 %. Sin embargo, el avión sigue ganando al autobús: en 2018, 93,6 millones de pasajeros ocuparon los asientos de las aeronaves para desplazarse dentro del país, frente a los 50 millones de pasajeros que optaron por los autobuses en el mismo periodo.

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