El aluminio es conocido por su excelente conductividad del calor y, por ello, es una de las primeras opciones de equipamiento para la cocina. Es un metal ligero, dúctil y maleable que en contacto con el oxigeno se oxida rápidamente y crea una fina capa llamada alúmina, que lo protege de la corrosión.
Para garantizar una larga vida a los productos de aluminio, se recomienda seguir estos consejos de limpieza y mantenimiento.
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El uso y paso del tiempo pueden afectar las ollas y otros utensilios de aluminio, que –en vez de estar radiantes– se encuentran incluso opacos. Aquí tenemos algunas recomendaciones de los expertos para mantener brillantes tus ollas de aluminio.
Qué hacer antes del primer uso de un utensilio de aluminio
Retirar los adhesivos antes de poner el menaje sobre la fuente de calor. Los vinilos son fáciles de retirar sin necesidad de utilizar cuchillos u objetos punzantes que pueden arañar las superficies. Si quedan restos de adhesivo, estos se podrán eliminar con un paño o papel empapado en alcohol.
Lavar bien la pieza con jabón neutro y agua tibia, usando una esponja o paño suave para eliminar los posibles restos de aceites, lubricantes, compuestos de fabricación y pulido.
En sartenes y planchas de grillar, calentar un fondo de aceite a fuego lento durante un par de minutos, desechar el aceite y volver a lavar.
En ollas, tarteras o cacerolas, llene con agua a 3/4 de su capacidad y lleve a ebullición durante 20 o 30 minutos. Desechar el líquido y lavar de nuevo.
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Enjuagar bien con abundante agua tibia y seque inmediatamente con un paño suave, para evitar manchas de cal y conseguir una superficie brillante.
Cuidados durante el uso de utensilios de aluminio
Se recomienda trabajar o cocinar con potencias de calor medias y bajas. El aluminio es un excelente conductor del calor, con lo que cocinar a altas temperaturas resulta innecesario, además de ser causa de decoloraciones y manchas en la superficie de sus productos.
Elegir el tamaño de la fuente de calor que más se ajuste al diámetro del menaje, principalmente si trabaja en cocinas de gas. Además de obtener mejores resultados, logrará que la limpieza posterior de las piezas sea mucho más sencilla.
Si el menaje incorpora material antiadherente, usar únicamente utensilios de madera, silicona, polietileno o nailon; de esta forma, se mantendrá la capa antiadherente en óptimas condiciones durante más tiempo.
Evitar picar o cortar alimentos con cuchillos u objetos punzantes directamente sobre el interior de ollas y sartenes de aluminio, así como batir con varillas metálicas que pueden producir pequeñas ralladuras o arañazos, en los que posteriormente se pueden alojar restos de alimentos que llegarán a quemarse.
Limpieza y mantenimiento de los utensilios de aluminio
El menaje de aluminio no es apto para el lavado en lavavajillas automáticos y, muy específicamente, no es apto para lavado en lavavajillas industriales. Los detergentes utilizados contienen productos químicos y sales que dañan el aluminio, provocando decoloraciones, corrosiones y picaduras que dañarán irreversiblemente la pieza.
Dejar atemperar las ollas y sartenes de aluminio antes de cada lavado. Los cambios bruscos de temperatura pueden causar deformaciones y daños irreparables en la base, lo que provocará que el calor deje de distribuirse uniformemente y el producto deje de funcionar adecuadamente.
Después de cada uso, lavar la pieza a mano con jabón neutro y agua tibia, usando una esponja o paño suave.
Aclarar con abundante agua y seque cada pieza inmediatamente para evitar la aparición de manchas de cal tras el lavado.
En caso de que los alimentos se adhieran o quemen, no utilizar utensilios punzantes, cepillos o esponjas metálicas que pueden rallar el fondo.
Para eliminar manchas difíciles o restos de comida, simplemente hervir agua con vinagre en una proporción de 4 a 1 durante 4 a 5 minutos. Después, lavar de forma habitual.
Nunca utilizar lejía ni productos que contengan cloro, como limpiadores de horno, que puedan dañar el acabado de la superficie de aluminio.
Manipular y almacenar cuidadosamente el menaje de aluminio. El aluminio no es tan resistente como el acero inoxidable y un exceso de peso o golpes fuertes pueden deformar la pieza.
Al almacenar las piezas, colocar las tapas hacia arriba para evitar la acumulación de olores en el interior.